Entrevistamos a Martín Manceñido Fuertes, Presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre y Presidente de Honor de la Federación Internacional (FIODS). Nos cuenta por qué es tan importante ser donante de sangre.
¿Por qué es tan importante donar sangre?
Es importante ser donante de sangre porque no hay otra forma de resolver, compensar o reponer los componentes celulares enfermos o que se hayan perdido, más que con una transfusión, y esta se podrá hacer si antes alguien ha donado su sangre o su plasma para tal fin.
La aplicación terapéutica de la sangre y sus componentes alcanza a un número extraordinario de enfermedades: cualquier intervención quirúrgica precisa disponer de sangre cruzada y preparada antes de entrar en el quirófano; las enfermedades de la sangre, enfermedades de la coagulación, hemofilia, leucemias, anemias, quemaduras, cánceres de todo tipo, trasplantes de órganos, (antes durante y después del trasplante; sólo los trasplantes de órganos consumen algo más del doce por ciento de la sangre que donamos), deficiencias plasmáticas de todo tipo, inmunológicas…
En definitiva, cada día es mayor el número de enfermedades que son susceptibles de ser tratadas con sangre o cualquiera de sus derivados, es decir, los hemoderivados. De estos destacan, por su mayor número, los derivados del plasma o derivados plasmáticos (factores de coagulación, albúmina, gammaglobulinas, inmunoglobulinas…) obtenidos por procedimientos industriales a partir del plasma.
Conviene decir aquí que cuando una persona “dona sangre” de manera convencional, o lo que es conocido como "donación de una bolsa de sangre total", a las pocas horas esa bolsa se fracciona en el laboratorio del Centro de Transfusión en los tres componentes principales: glóbulos rojos, plaquetas y plasma. A cada enfermo se le aplica aquel componente que precisa.
Tan importante es donar sangre o ser donante de sangre que cada día en España se salva la vida de 75 personas por efecto exclusivo de la sangre y otras 350 recuperan su salud o mejoran su calidad de vida. Cada día en España se hacen 6000 transfusiones de sangre o alguno de sus componentes.
¿Qué supone la donación de 1 persona?
La donación de una persona lo supone todo, porque es el mayor gesto de solidaridad, nada hay más valioso que nuestra sangre ofrecida altruistamente para que pueda reponer la salud de otro semejante y en muchos caso la vida. Naturalmente, la donación propiamente dicha para la persona que la dona no representa problema alguno, más que el momento del pinchazo, que es algo carente de importancia para el que dona y de enorme trascendencia para quien la vaya a recibir.
También hay que tener en cuenta que normalmente en el tratamiento de un enfermo o accidentado se transfunden más de una bolsa, pero sin esa bolsa no habría sido posible completar lo que el enfermo necesita.
Aquí valdría el dicho de Teresa de Calcuta "que una gota de agua no hace el océano, pero el océano no sería lo mismo sin esa gota de agua". Pues con la sangre pasa igual.
En los últimos años, ¿se ha notado que haya más donantes?
El número de donantes evoluciona cada año tanto por los nuevos donantes (unos 230.000), pero también otros tantos dejan de recibirse porque la edad u otras circunstancias impiden donar a otras tantas personas. Los requisitos son muy sencillos, pesar más de 50 kilos, estar comprendido entre 18 y 65 años y no estar medicándose por ninguna causa (Para los donantes habituales no cuenta el límite de los 65 años porque pueden seguir donando siempre que el médico así lo considere).
En cuanto a las donaciones, su número se mantiene en torno a 1.800.000 bolsas de sangre, lo que implica que se ha llegado a un nivel de autosuficiencia en componentes como glóbulos rojos, plaquetas, etc., si bien no es así en cuanto al plasma del que se obtienen a su vez otros derivados plasmáticos, como las gammaglobulinas, inmunoglobulinas, factores VIII y IX de coagulación, albúmina, etc.
Como quiera que sea, el Sistema Nacional de Salud español da respuestas a todas y cada una de las necesidades, nadie se muere en España por falta de sangre. Esto en contraposición con los órganos para trasplantes, que a pesar de tener el mayor índice de trasplantes del mundo, no llega para cubrir las necesidades, porque hay unas seis mil personas en lista de espera de un órgano y cada día alguna muere porque no les llegó ese órgano a tiempo.
¿Cuáles son los grupos más solicitados?
Todos los grupos sanguíneos son igual de importantes y necesarios, sin embargo, su demanda responde a la distribución de los grupos sanguíneos y es proporcional a esta distribución, como es natural. Estos son los Grupos sanguíneos y factor Rh, clasificados de mayor a menor porcentaje en la población española, que es prácticamente igual en Europa y en todo el mundo:
- O+ 36%
- A+ 36%
- O- 9%
- B+ 7%
- A- 6%
- AB+ 3%
- B- 2%
- AB- 1%
La población en general se distribuye en porcentajes según el grupo y factor antes indicado y, por tanto, las necesidades son directamente proporcionales al porcentaje de cada grupo. Es decir, si el A+ lo tiene el 36 por ciento de la población, se necesitará un 36 por ciento de sangre para cubrir esa parcela y así con todos los grupos.
Obviamente, el 0- (llamado donante universal) es más apreciado por aquello que puede ser transfundido a cualquier paciente en momentos de urgencia, sin considerar el grupo al que dicho enfermo pertenece, pero lo habitual es que a cada enfermo o accidentado se le transfunda sangre, plasma o plaquetas del grupo al que él pertenece.
Un mensaje a aquellos que les da miedo o respeto donar...
Efectivamente, hay que partir de una realidad y es que mucha gente tiene miedos fóbicos a la visión de la sangre o a las agujas y otros a un posible contagio, en concreto algo más del 12% de la población tiene alguno de esos problemas totalmente infundados, pero nada se puede hacer por evitarlos.
Conviene saber que de cada cien personas, cincuenta no pueden donar porque tienen menos o más años de los requeridos. De las cincuenta restantes, veinte son enfermos crónicos o casuales; quedan, por tanto, treinta personas, de estas, doce están invalidadas para donar por el miedo a las agujas o a la visión de la sangre, como ya quedó dicho. Quedan 18 personas de cada cien que están sanas y son potencialmente donantes. Pues bien, sólo cuatro de esas dieciocho personas son las que somos donantes.
Así son las cosas, desde la labor que se realiza en la Federación Española de Donantes de Sangre, ¿Quiénes son nuestro objetivo?, pues, lógicamente, las catorce personas restantes.
Por último, decir que el mensaje lanzado a la población para que done está claro; sólo sabiendo su trascendencia, sólo sabiendo que la sangre debe esperar al enfermo y no al revés, sólo sabiendo que la sangre es la llave de los quirófanos y que sin quirófanos no se entenderían los hospitales, sólo sabiendo que multitud de enfermedades se superan gracias a la sangre, sólo sabiendo que solo con la sangre antes, durante y después de los trasplantes estos son posibles, sólo sabiendo el gran número de personas que no mueren cada día gracias a la sangre… es como la población respondería en mayor número para solventar este problema.
