La diabetes tipo 2 es una enfermedad endocrina crónica que altera la forma en que el cuerpo utiliza la insulina, la hormona responsable de regular los niveles de glucosa en la sangre. Su principal característica es la resistencia a la insulina, seguida de una producción insuficiente de la misma.
Este artículo ofrece una visión detallada de los síntomas, factores de riesgo y estrategias efectivas para el tratamiento y manejo de la diabetes tipo 2.
¿Qué es la diabetes tipo 2?
La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica en la que el cuerpo no utiliza correctamente la insulina, lo que provoca un exceso de glucosa (azúcar) en la sangre. La insulina es una hormona que permite que las células absorban la glucosa y la usen como energía. En la diabetes tipo 2, las células se vuelven resistentes a la insulina, y con el tiempo, el páncreas no produce suficiente insulina para compensar esta resistencia.
A diferencia de la diabetes tipo 1, que suele aparecer en la infancia, la diabetes tipo 2 se desarrolla principalmente en adultos, aunque también está afectando cada vez más a jóvenes y adolescentes debido al estilo de vida sedentario y la mala alimentación.
Síntomas de la diabetes tipo 2
Los síntomas de la diabetes tipo 2 pueden desarrollarse gradualmente, lo que hace que muchas personas no los identifiquen de inmediato. Algunos de los más comunes son:
- Sed excesiva
- Orina frecuente
- Fatiga constante
- Visión borrosa
- Pérdida de peso inexplicable
- Llagas que tardan en sanar
Si experimentas varios de estos síntomas de forma recurrente, es importante consultar con un médico para realizar pruebas de glucosa en sangre y obtener un diagnóstico adecuado.
Causas de la diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 se desencadena por una combinación de factores genéticos y de estilo de vida. Las principales causas incluyen:
- Resistencia a la insulina: Las células del cuerpo se vuelven menos sensibles a la insulina, lo que impide que la glucosa se absorba adecuadamente.
- Sobrepeso y obesidad: El exceso de grasa corporal, especialmente en el abdomen, está asociado a una mayor resistencia a la insulina.
- Falta de actividad física: Un estilo de vida sedentario no solo contribuye al aumento de peso, sino que también reduce la capacidad del cuerpo para utilizar la insulina de manera eficiente.
- Dieta poco saludable: Consumir alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas puede elevar los niveles de glucosa en sangre y aumentar el riesgo de desarrollar diabetes.
- Factores genéticos: Tener familiares cercanos con diabetes tipo 2
Tratamiento y medidas de prevención
Aunque no siempre se puede prevenir la diabetes tipo 2, existen medidas eficaces para reducir su riesgo y gestionar la enfermedad:
- Medicación: En algunos casos, se prescriben medicamentos como la metformina, que reduce la producción de glucosa en el hígado y mejora la respuesta del cuerpo a la insulina. En etapas más avanzadas, puede ser necesario el uso de insulina inyectada.
- Mantener un peso saludable: Perder incluso un pequeño porcentaje de peso puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar diabetes.
- Seguir una alimentación equilibrada: Prioriza alimentos frescos, bajos en grasas saturadas, ricos en fibra y proteínas. Evita los azúcares refinados y las comidas ultraprocesadas.
- Realizar actividad física: Incluye al menos 30 minutos de ejercicio moderado, como caminar, nadar o practicar yoga, en tu rutina diaria.
- Evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol: Estos hábitos pueden contribuir a complicaciones cardiovasculares, lo que puede empeorar la diabetes.
-
Autor(es): Luis Maita, Obra: Diabetes tipo 2, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/enfermedades/enfermedades-endocrinas/diabetes-tipo-2
Copiar