El trastorno bipolar es una condición mental compleja que afecta el estado de ánimo de las personas de manera intensa y cíclica. En este artículo, exploraremos los aspectos fundamentales de esta enfermedad, desde sus síntomas y diagnóstico hasta las opciones de tratamiento disponibles.
Acompáñanos en este recorrido para comprender mejor el trastorno bipolar y cómo afecta la vida de quienes lo padecen.
¿Qué es el Trastorno Bipolar?
El Trastorno Bipolar se caracteriza por elevaciones y descensos del estado de ánimo de carácter patológico, es decir, no se trata de cambios de humor normales como los que experimenta todo el mundo en función de los acontecimientos de la vida, sino de la alternancia de episodios depresivos (iguales a los descritos en apartado anterior de la depresión), con otros episodios de euforia exagerada (manía o episodios maníacos).
Estos episodios pueden variar en intensidad y en gravedad; los episodios de euforia pueden variar desde la hipomanía (la forma menos intensa) hasta la manía con síntomas psicóticos (la forma más grave).
Estos episodios maníacos, en general, se caracterizan por ánimo eufórico, que se experimenta como una vivencia de ser capaz de todo y, frecuentemente, irritabilidad cuando a la persona que lo sufre se le lleva la contraria o cuando se le intenta contener en sus ideas extravagantes o comportamientos inadecuados.
Generalmente, la persona que sufre un episodio maníaco puede derrochar todo su dinero y el de su familia o incluso comprar sin dinero todo tipo de bienes que le son innecesarios; puede comenzar un montón de aficiones para abandonarlas al poco de empezar; puede vestir de manera estrafalaria; los hábitos alimentarios se pueden volver caprichosos y disminuyen las necesidades de sueño de modo que puede, por ejemplo, empezar actividades domésticas incesantes de madrugada que alteran el descanso familiar.
La persona que sufre un episodio maníaco, en general, se siente especialmente energética, puede sentir que tiene poderes especiales y llegar, en algunos casos, a desarrollar síntomas psicóticos como delirios de carácter megalomaníaco (la persona cree ser alguien importante o famoso) o erotomaníacos (cree ser sexualmente irresistible o que la gente se enamora perdidamente de él).
El comportamiento desinhibido puede llevar al paciente a tener relaciones sexuales de riesgo sin protección, con el consiguiente riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados. Hasta en los casos más leves (que se llaman de hipomanía), en los que el paciente puede parecer en un primer momento divertido, agradable y gracioso, se pone de manifiesto el carácter inadecuado y automático de estos comportamientos, que llevan pronto a la exasperación a la gente de su entorno social.
¿Qué tipos de trastornos bipolares hay?
Existen diferentes tipos de trastornos bipolares que se pueden clasificar en función de la gravedad y la intensidad de los síntomas. Los cinco principales tipos son:
- Trastorno Bipolar Tipo I: Es el tipo más grave de trastorno bipolar. Se caracteriza por episodios maníacos intensos y prolongados[1].
- Trastorno Bipolar Tipo II: En este tipo, los episodios maníacos son menos intensos y se alternan con episodios depresivos. Los episodios depresivos suelen ser más frecuentes y duraderos que los maníacos.
- Trastorno Bipolar de Ciclotimia: Es una forma más leve de trastorno bipolar en la que la persona experimenta períodos recurrentes de hipomanía y depresión leve durante al menos dos años. En el que la persona alterna durante toda la vida ciclos de buen y mal humor sin llegar a las características de depresión mayor ni de manía (sería el equivalente de la distimia en los trastornos depresivos).
- Trastorno Bipolar No Especificado: Se utiliza este término cuando los síntomas no cumplen completamente los criterios de ninguno de los tipos específicos de trastorno bipolar.
- Trastorno Bipolar de Ciclado Rápido: En este tipo, los episodios maníacos, hipomaníacos o depresivos se suceden rápidamente, con una alternancia frecuente entre ellos en un lapso de tiempo más corto. Diversos antidepresivos pueden hacer que un paciente deprimido entre en fase maníaca, o que un paciente con trastorno bipolar pase a ser un ciclador rápido.
¿Qué sabemos del origen del trastorno bipolar?
El origen es del todo orgánico. No sabemos a ciencia cierta todos los componentes biológicos del trastorno, parece claro que uno de los problemas implicados es el mal aprovechamiento de los neurotransmisores cerebrales (serotonina y dopamina). Se comprueba la organicidad por la existencia de patrones genéticos de herencia.
Las exploraciones de neuroimagen (TAC, Resonancia Magnética) no muestran alteraciones. En cambio, sí aparecen en la prueba llamada TEP (Tomografía por Emisión de Positrones), si bien los hallazgos no añaden información para el tratamiento. Solamente se emplea con fines de investigación.
¿Cómo hacemos el diagnóstico de un trastorno afectivo bipolar?
El diagnóstico se hace por criterios clínicos. Es decir: se ha de comprobar si la persona presenta los síntomas que antes hemos definido, tanto para los episodios depresivos como los maníacos o hipomaníacos. La existencia de un solo episodio de exaltación es suficiente para diagnosticar un trastorno bipolar.
¿Se puede confundir con otras enfermedades? (Diagnóstico diferencial)
Si nos encontramos con un episodio maniaco, y no hay antecedentes claros de depresión, las fases de exaltación se parecen, a veces, a un trastorno psicótico como la esquizofrenia. Ayuda al diagnóstico la existencia de exaltación, euforia y, sobre todo, alteraciones importantes del sueño. A lo largo de la enfermedad, es muy esclarecedor.
El tratamiento de un cuadro maníaco y de un brote psicótico como la esquizofrenia pueden ser parecidos, pero los episodios maniacos suelen curar sin demasiadas secuelas. Es importante dar con el diagnóstico, ya que el trastorno bipolar tiene tratamiento preventivo que puede llegar a ser muy eficaz.
Trastornos mentales a descartar
- Trastornos del estado de ánimo inducidos por sustancias. Anfetaminas, cocaína y estimulantes en general.
- Inducción de la manía por un tratamiento antidepresivo. Si desaparece por completo al reducir la medicación antidepresiva se diagnostica como inducido por sustancias (antidepresivos).
- Inducción por el tratamiento electroconvulsivante (ECT, TEC, electroshock, electrochoque). Es muy raro, pero posible.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) especialmente si el niño presenta, al mismo tiempo, síntomas depresivos, lo que puede plantear dudas con un episodio mixto).
Trastornos orgánicos que deben ser evaluados ante la sospecha de un trastorno bipolar
- Esclerosis múltiple, con afectación del lóbulo frontal.
- Tumores cerebrales.
- Enfermedad de Cushing (por exceso de actividad de las glándulas suprarrenales, o por haber tomado un exceso de corticoides).
- Demencias que cursan con frontalización (enfermedad de Pick, por ejemplo).
- Ingestión de sustancias o drogas de abuso capaces de inducir estados parecidos a los maníacos (cocaína, anfetaminas, etc.).
- Hipertiroidismo.
¿Qué enfermedades se presentan junto con el trastorno afectivo bipolar?
Es muy frecuente que las personas con trastorno bipolar presenten otras enfermedades psiquiátricas.
- Es reiterada la asociación con trastornos por dependencia o por abuso de sustancias, o con trastornos inducidos por ellas.
- Es posible que se asocien trastornos de la personalidad o dificultades para el control de los impulsos. A veces es difícil discernir si los síntomas corresponden a un trastorno de personalidad o a un episodio maníaco. Lo importante, en estos casos, es tratarlos como si de síntomas maníacos se tratase.
- También son frecuentes los episodios de ludopatía (juego patológico) y comportamientos antisociales.
¿Qué tipo de tratamiento hay?
El trastorno bipolar tiene tratamiento eficaz, con los llamados estabilizadores del ánimo, de los cuales las sales de litio son los más conocidos. El litio es un elemento que se encuentra en muy poca cantidad en el cuerpo humano. Hace ya varias décadas se descubrió accidentalmente que controlaba el trastorno bipolar. No es raro el malentendido popular de que lo que sucede en el trastorno bipolar es a falta de litio, pero no es así; nadie tiene litio en el cuerpo en cantidad suficiente para ser detectado a no ser que se le dé como tratamiento.
El litio en cantidad excesiva es muy tóxico; se determinan por ello los niveles periódicamente, para comprobar que están dentro del límite eficaz y poco peligroso (aunque como todos los fármacos, aun dentro de los niveles terapéuticos tiene efectos secundarios).
Además del litio hay otros estabilizadores del ánimo. Son, todos ellos, fármacos que se utilizan para el tratamiento de la epilepsia (excepto un antagonista del calcio que se emplea como antihipertensivo y para el corazón), algunos de ellos desde hace mucho tiempo. En el momento de iniciar el tratamiento, si el individuo está en plena fase maníaca, se emplean también neurolépticos, que son fármacos para el tratamiento de las psicosis (se usan para tratar alucinaciones y delirios en la fase maníaca).
¿Hay riesgo durante el embarazo, en el trastorno afectivo bipolar?
El litio se considera un medicamento peligroso durante el embarazo. Los demás eutimizantes deben utilizarse bajo precauciones y controles estrictos (ecografías rigurosas, detalladas y frecuentes). En cambio, no se han descrito problemas significativos con los antidepresivos.
¿Hay qué hacer psicoterapia en el paciente con trastorno afectivo bipolar?
El trastorno afectivo bipolar es una enfermedad "poco psicológica" en cuanto a su origen. Se ha comentado que es muy orgánica. El principal tratamiento debe ser el biológico: los medicamentos en las proporciones adecuadas.
Es muy importante la pedagogía. El paciente y sus familiares deben ser aleccionados acerca de las características de la enfermedad, de su tratamiento, de la importancia de seguir las pautas para cada caso, de las limitaciones que impone la enfermedad, distintas en según qué fase.
Todos deben estar mentalizados acerca de la necesidad de mantener la medicación, aun cuando la persona se encuentre perfectamente bien. En pocas enfermedades, como en el trastorno afectivo bipolar, es importante no dejar la medicación, aunque uno se encuentre perfectamente bien.
¿Sirven las asociaciones y los grupos de autoayuda?
Para el paciente y para sus familiares, son excelentes medios de apoyo. En ellas se organizan cursillos, charlas, actividades, sesiones de grupo, asesoramiento individual, etc.
El paciente puede comprobar que no es un caso único, y también puede compartir experiencias con otras personas que sufren sus mismas dificultades. En cuanto a los familiares, encuentran explicaciones adecuadas para resolver problemas cotidianos y se benefician de las experiencias que otras personas, con similares inconvenientes, han empleado para resolverlos.
Recursos
-
Autor(es): Luis Maita, Obra: Trastorno bipolar, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/enfermedades/enfermedades-mentales/trastorno-bipolar
Copiar