Se consideran psicosis todos los trastornos mentales en los que la pérdida de contacto con la realidad es muy llamativa (por ejemplo, en casos en los que el paciente no distingue en absoluto entre la realidad y su fantasía, o entre sus miedos internos y las amenazas reales, etc.).
En sentido estricto, la pérdida de contacto con la realidad se da en distinto grado en muchos trastornos psiquiátricos, incluidas las neurosis graves, pero en los trastornos psicóticos este síntoma es más característico o grosero. Hablemos un poco más sobre ellos.
¿Qué son los trastornos psicóticos?
Como ya mencionamos, los trastornos psicóticos son enfermedades mentales que afectan la forma en que una persona percibe la realidad. Estos trastornos pueden incluir síntomas como alucinaciones, delirios, pensamientos y lenguaje desorganizados, así como dificultad para concentrarse y problemas emocionales.
Los delirios son pensamientos ilógicos, con frecuencia muy extravagantes y sin base real, que no están basados en una creencia cultural compartida y que no se pueden rebatir mediante argumentación lógica. Las alucinaciones vienen a ser percepciones sin estímulo real, como voces, visiones, etc.
Las alucinaciones y los delirios pueden verse en cuadros de depresión psicótica, o manía delirante en el trastorno bipolar, en intoxicaciones por drogas estimulantes o alucinógenas, como efecto secundario de algunos fármacos, en el seno de algunas enfermedades médicas (neurológicas, reumatológicas, etc.) y, de una manera muy característica, en los trastornos psicóticos que se exponen en este apartado. El trastorno psicótico más conocido es la esquizofrenia.
Esquizofrenia y trastornos esquizofreniformes
La esquizofrenia es una enfermedad incapacitante del sistema nervioso central, que suele comenzar entre los 20 y los 30 años de edad, y afecta aproximadamente al 1% de la población mundial. Su causa no se conoce de manera completa todavía, pero se sabe de la importancia de factores concretos genéticos y otros que afectan al desarrollo del tejido nervioso. El curso crónico y deteriorante de esta enfermedad afecta seriamente el curso vital de pacientes desde su juventud y frustra muchas veces las expectativas fundamentales del ser humano que la padece.
Cuando, fuera de los episodios agudos, los pacientes perciben este destino capaz de menoscabar su proyecto vital, no es raro que se depriman.
Síntomas de la esquizofrenia
Los síntomas de la esquizofrenia se clasifican en positivos y negativos.
Síntomas positivos
Se denominan síntomas positivos a las alteraciones psicopatológicas que no existían antes de la enfermedad (básicamente las alucinaciones y los delirios).
- Las alucinaciones de los pacientes esquizofrénicos son principalmente auditivas (de manera característica, son voces que comentan los actos del individuo, o que le recriminan u ordenan hacer cosas, aunque ocasionalmente pueden hacer comentarios agradables, contar chistes, etc.). No son raras tampoco las alucinaciones referidas a sensaciones del propio cuerpo (como si tuviera “microchips”, o cables que le recorren el cuerpo, etc.). Las alucinaciones visuales, y más todavía, las olfativas o las gustativas, son raras en la esquizofrenia (estas alucinaciones son más frecuentes en psicosis asociadas a enfermedades neurológicas como tumores cerebrales, etc.).
- Los delirios más frecuentes en la esquizofrenia son los de persecución y perjuicio (el paciente se siente perseguido por extraterrestres, la mafia, conspiraciones mundiales, etc., o bien cree firmemente que todo el mundo está en contra de él), pero los hay también con otros contenidos (místico-religioso, genealógico, etc.). Aunque ya se ha dicho que los delirios son creencias erróneas, que no pueden ser rebatidas por la argumentación, en realidad, tienen su propia lógica no compartida con la de los demás. De esta forma, el paciente psicótico puede, por ejemplo, encontrar la certeza de que los extraterrestres le persiguen en un hecho banal para los demás, como cruzarse con un coche blanco en la calle (se llama a estos fenómenos percepciones delirantes e interpretaciones delirantes).
Otro síntoma psicótico positivo es considerar que todo lo que sucede alrededor se refiere a uno (autorreferencialidad).
Síntomas negativos
Se denominan síntomas negativos o defectuales a ciertas secuelas de la enfermedad: pérdida de habilidades sociales, falta de interés, incapacidad para experimentar placer, incapacidad para expresar emociones, pensamiento y lenguaje empobrecidos (se hacen simples, concretos y circunstanciales –es decir, dan vueltas y vueltas sobre un tema sin llegar a ningún punto-, o repiten las palabras o frases y, en los casos más graves o evolucionados, el pensamiento y el lenguaje se desorganiza hasta la incoherencia).
Los síntomas negativos suelen ser los que más deterioran al paciente y los más difíciles de tratar; la investigación de muchos nuevos fármacos para la esquizofrenia tiene hoy como objetivo principal el alivio de estos síntomas negativos, que son todavía un reto para el que no hay una solución farmacológica suficientemente satisfactoria.
Síntomas motores
En la esquizofrenia también puede haber síntomas motores como la catatonia, que puede cursar con síntomas muy diversos como la agitación psicomotriz, negativismo (hacer lo contrario de lo que se le pide), flexibilidad cérea (se deja mover por el examinador sin oponer resistencia y se queda quieto en la postura incómoda que se le dejó), oposicionismo (opone resistencia al movimiento pasivo) y posturas anormales.
Tipos de esquizofrenias
Clásicamente, se describen varias formas de esquizofrenia:
- La esquizofrenia paranoide; suele cursar con más síntomas positivos que negativos, suele responder mejor al tratamiento farmacológico que otras formas y deteriorar menos a los pacientes.
- La esquizofrenia hebefrénica, suele cursar con menos síntomas positivos y más negativos, además de responder peor al tratamiento farmacológico.
- La esquizofrenia catatónica, sus principales síntomas son motores y es hoy una forma pura rara. En la práctica, muchas esquizofrenias tienen formas mixtas.
La esquizofrenia tiene un curso y un pronóstico variable, pero es siempre una enfermedad crónica y deteriorante en algún grado; después de cada episodio (o “brote”) de la enfermedad, el paciente puede no alcanzar el nivel de funcionamiento previo y sentirse cada vez peor. El deterioro cognitivo ahora se reconoce como una característica clínica adicional del trastorno.
Trastorno Esquizofreniforme
Teniendo en cuenta esta cronicidad de la esquizofrenia, se habla de Trastorno Esquizofreniforme, que son pacientes con síntomas de esquizofrenia, pero con menos de seis meses de evolución. Muchos pacientes esquizofrénicos pueden haber tenido, por esto, el diagnóstico previo de Trastorno Esquizofreniforme.
Tratamiento de la enfermedad
El tratamiento de la esquizofrenia se prolonga años; si aparecen recaídas frecuentes puede ser necesario de modo ininterrumpido. Hoy hay evidencia científica de que la combinación de tratamiento farmacológico y psicosocial en la esquizofrenia mejora el pronóstico y el nivel de funcionamiento del paciente. Como muchos pacientes con esquizofrenia no son capaces de darse cuenta de su enfermedad, resulta imprescindible que se informen y conciencien al respecto.
Las familias necesitan también información específica al respecto. Es preciso que todos sepan, que si se deja el tratamiento, la recaída es muy frecuente, así como la aparición de nuevos déficits que, seguramente, hará necesario aplicar dosis más altas de los fármacos que se estaban tomando.
Una razón habitual de abandono del tratamiento son los efectos secundarios molestos (y algunos peligrosos) que tienen algunos de los medicamentos utilizados en el tratamiento de la esquizofrenia, pero es posible tratar muchos de estos efectos secundarios y, además, los medicamentos nuevos presentan muchos menos efectos secundarios.
Trastornos delirantes
Hay varios tipos de trastornos delirantes o “paranoias” (como se llamaba antes a estos trastornos) según el tema delirante (celos, persecución, perjuicio, etc.), la duración y el curso de la enfermedad. Todos ellos se caracterizan por el protagonismo del delirio, casi en ausencia de otros síntomas psicóticos, ni los “síntomas negativos” que se han descrito en el apartado de la esquizofrenia.
El delirio suele referirse a un solo tema concreto y no puede rebatirse mediante argumentación lógica. Por lo general, el paciente se resiste a recibir tratamiento y no es raro que después de varias tentativas de tratamiento, el paciente tienda a ocultar un delirio que persiste (se dice que permanece “encapsulado”) con repercusión específica sobre un área de la vida de paciente (la afectada por el delirio), pero respetando relativamente otras áreas.
Trastorno psicótico breve
Como su nombre indica, es un trastorno psicótico, que puede parecerse por los síntomas a la esquizofrenia paranoide, pero que dura unos días, desaparece sin secuelas y puede no volver a presentarse nunca más. Suele tener un desencadenante (una época de mayor estrés, cambios en la vida habitual, el nacimiento de un hijo, etc.) y mejor pronóstico que otros trastornos psicóticos.
Trastorno esquizoafectivo
Se trata de un trastorno que comparte características de la esquizofrenia y del trastorno bipolar, y suele tener, también, un pronóstico intermedio entre los dos.
Trastorno psicótico compartido (“folie à deux”)
Es un trastorno psicótico raro, en el que dos personas comparten los mismos delirios y alucinaciones. En general, una de las dos personas tiene un trastorno psicótico, y la otra es una personalidad dependiente que mantiene una relación muy estrecha con el paciente psicótico.
Tratamiento de los trastornos psicóticos
El tratamiento de los trastornos psicóticos generalmente involucra una combinación de medicamentos, terapia psicoterapéutica y apoyo psicosocial.
Los medicamentos antipsicóticos son una parte fundamental del tratamiento farmacológico, y se utilizan para controlar los síntomas psicóticos. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los delirios y las alucinaciones. Se utilizan principalmente unos medicamentos llamados neurolépticos. Los neurolépticos se suelen dividir en “típicos” o “clásicos”, que son más potentes y producen más efectos secundarios extrapiramidales (rigidez, temblor, síntomas parecidos a los de la enfermedad de Parkinson, etc.) y; “atípicos”, menos potentes (es preciso dar más dosis), con menos efectos extrapiramidales y más beneficio sobre los síntomas negativos. Para evitar el abandono de la medicación existen preparados de liberación retardada que se administran en inyección intramuscular y duran aproximadamente un mes.
La terapia psicoterapéutica también es una parte importante del tratamiento de los trastornos psicóticos. La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser efectiva para ayudar a las personas a entender y manejar sus síntomas, mejorar la comunicación y el funcionamiento social, y promover estrategias de afrontamiento saludables. La terapia familiar también puede ser beneficiosa en algunos casos, ya que involucra a los miembros de la familia en el proceso de tratamiento y apoyo.
Además del tratamiento farmacológico y la terapia, el apoyo psicosocial es fundamental para ayudar a las personas con trastornos psicóticos a recuperarse y manejar su condición. Esto puede incluir programas de rehabilitación psicosocial, como capacitación en habilidades sociales y ocupacionales, vivienda con apoyo y grupos de apoyo entre pares. El apoyo de la familia, amigos y otros seres queridos también juega un papel relevante en el proceso de recuperación.
Es fundamental recordar que el tratamiento de los trastornos psicóticos es individualizado y puede variar según las necesidades y circunstancias de cada persona. Es recomendable buscar ayuda profesional, como un psiquiatra o psicólogo especializado en trastornos psicóticos, para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.
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Autor(es): Luis Maita, Obra: Trastornos psicóticos, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/enfermedades/enfermedades-mentales/trastornos-psicoticos
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