La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas que causa dolor de garganta, fiebre y malestar general. Aunque sus síntomas pueden parecer similares, es importante conocer las diferencias entre la amigdalitis viral y bacteriana para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones.
Mientras que la amigdalitis viral suele resolverse por sí sola con cuidados en casa, la bacteriana puede requerir antibióticos para prevenir problemas como la fiebre reumática. Identificar correctamente cada tipo es clave para un manejo eficaz de la enfermedad.
En este artículo, descubrirás cómo diferenciarlas según sus causas, síntomas y tratamientos, además de cuándo acudir al médico y qué medidas tomar para prevenirlas.

1. Causas entre amigdalitis viral y bacteriana
La principal diferencia entre la amigdalitis viral y la bacteriana radica en su origen.
Amigdalitis viral: Virus más comunes
La amigdalitis viral es la más frecuente y suele aparecer junto con resfriados o gripes. Los virus que la causan incluyen:
- Rinovirus (el virus más común del resfriado).
- Adenovirus (puede causar fiebre alta y conjuntivitis).
- Virus de Epstein-Barr (responsable de la mononucleosis infecciosa).
- Influenza (virus de la gripe, que puede provocar amigdalitis severa).
- Coronavirus (algunos pueden inflamar las amígdalas, incluyendo el SARS-CoV-2).
Dado que los virus no responden a los antibióticos, el tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas mientras el cuerpo combate la infección.
Amigdalitis bacteriana: Bacterias responsables
La amigdalitis bacteriana es menos común pero puede ser más grave. En la mayoría de los casos, la causa es el Streptococcus pyogenes (estreptococo del grupo A). Esta bacteria también puede causar fiebre escarlatina y, en casos graves, fiebre reumática si no se trata adecuadamente.
Otras bacterias menos frecuentes que pueden causar amigdalitis incluyen:
- Streptococcus del grupo C y G (pueden provocar síntomas similares al estreptococo A).
- Neisseria gonorrhoeae (en infecciones de transmisión sexual).
- Corynebacterium diphtheriae (causante de la difteria, aunque es poco común en la actualidad).
El tratamiento para la amigdalitis bacteriana suele requerir antibióticos para evitar complicaciones.
2. Síntomas
Aunque ambas formas de amigdalitis comparten síntomas, existen diferencias clave que pueden ayudarte a identificarlas.
Síntomas de la amigdalitis viral
- Dolor de garganta progresivo.
- Congestión nasal y estornudos.
- Tos frecuente.
- Ronquera o cambios en la voz.
- Fiebre leve o moderada.
- Enrojecimiento de la garganta sin placas blancas.
- Inflamación de los ganglios del cuello (leve).
Síntomas de la amigdalitis bacteriana
- Dolor de garganta intenso y repentino.
- Dificultad para tragar.
- Fiebre alta (superior a 38.5 °C).
- Placas blancas o amarillentas en las amígdalas.
- Ganglios inflamados y dolorosos en el cuello.
- Ausencia de tos.
- Mal aliento fuerte.
Si presentas fiebre alta, placas en las amígdalas y ausencia de tos, es más probable que se trate de amigdalitis bacteriana.
3. Diagnóstico: ¿Cómo saber cuál tienes?
Distinguir entre amigdalitis viral y bacteriana solo por los síntomas no siempre es fácil. Los médicos utilizan diferentes métodos para confirmarlo:
- Evaluación clínica: Se observa la garganta, la presencia de placas y la inflamación de ganglios.
- Prueba rápida de estreptococo: Detecta la presencia del estreptococo A en pocos minutos.
- Cultivo faríngeo: Si la prueba rápida es negativa pero los síntomas sugieren infección bacteriana, se toma una muestra para analizarla en laboratorio.
Si tienes síntomas leves sin fiebre alta, es probable que sea viral y no necesites pruebas adicionales.
4. Tratamiento
El tratamiento varía según la causa de la amigdalitis.
Amigdalitis viral: Cuidados en casa
- Beber abundante agua y líquidos tibios.
- Hacer gárgaras con agua tibia y sal.
- Tomar analgésicos como paracetamol o ibuprofeno para aliviar el dolor.
- Descansar lo suficiente.
- Usar caramelos para la garganta con ingredientes calmantes.
Los antibióticos no son efectivos contra virus, por lo que solo se debe tratar con medidas de apoyo.
Amigdalitis bacteriana: Uso de antibióticos
- Antibióticos como la penicilina o la amoxicilina son necesarios para eliminar la infección.
- Completar el tratamiento incluso si los síntomas mejoran antes.
- Controlar la fiebre y el dolor con medicamentos como ibuprofeno o paracetamol.
No tratar la amigdalitis bacteriana a tiempo puede llevar a complicaciones graves.
5. ¿Cuándo acudir al médico?
Consulta a un médico si presentas:
- Fiebre superior a 38.5 °C por más de dos días.
- Dificultad para respirar o tragar.
- Placas blancas en las amígdalas.
- Dolor intenso en el cuello o inflamación severa de ganglios.
- Síntomas persistentes por más de una semana.
Si se sospecha de amigdalitis bacteriana, es fundamental recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado para evitar complicaciones.
6. Prevención: ¿Se puede evitar la amigdalitis?
Para reducir el riesgo de amigdalitis viral o bacteriana:
- Lávate las manos con frecuencia.
- Evita compartir utensilios con personas enfermas.
- Refuerza tu sistema inmunológico con una alimentación equilibrada y descanso adecuado.
- Usa mascarilla si tienes síntomas de infección respiratoria.
- Mantén distancia de personas con gripe o infecciones de garganta.
La prevención es clave para evitar el contagio y la propagación de la amigdalitis.
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Autor(es): Luis Maita, Obra: Diferencias entre amigdalitis viral y bacteriana: Cómo identificarlas, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/glosario-medico/diferencias-entre-amigdalitis-viral-y-bacteriana
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