Oncocercosis, un problema de Salud Pública
Según la OMS, a nivel mundial, se estima que hay alrededor de 18 millones de personas infectadas y cerca de 270.000 están ciegas debido a la oncocercosis. La oncocercosis es endémica en África y en 13 focos en 6 países de las Américas (Brasil, Colombia, México, Guatemala, Ecuador y Venezuela) donde fue introducida por el comercio de esclavos. La transmisión ha sido interrumpida o eliminada en 11 de los 13 focos de las Américas.
Se estima que a finales de 1980 alrededor de 500.000 personas en Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Venezuela estaban en riesgo de sufrir esta enfermedad transmitida por la picadura de moscas negras infectadas que se crían en los ríos y arroyos de corriente rápida.
Tras años de esfuerzos sostenidos y el compromiso asumido en 1991 en la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de interrumpir la transmisión de la oncocercosis, Guatemala, Colombia, Ecuador y México alcanzaron la eliminación entre 2013 y 2016. Solamente 28.200 personas requieren aún tratamiento en Brasil y Venezuela (población indígena Yanomami).
Descripción
La Oncocercosis o ceguera de los ríos es uno de los tres tipos de filariasis, que se caracteriza por ser un grupo de enfermedades parasitarias infecciosas diferentes que tienen como denominador común el ser producidas por nematodos (gusanos en forma de hilo) de la misma familia, y transmitidas por la picadura de insectos. Básicamente, hay tres tipos de filariasis: filariasis linfática o elefantiasis, loasis y la oncocercosis.
Es una enfermedad crónica producida por un gusano llamado Onchocerca volvulus, que ocasiona daños en la piel y puede llegar a producir graves problemas visuales, hasta dejar ciegas a las personas. Afecta más a los hombres que a las mujeres, quizá porque trabajan más cerca de los ríos, lugar donde se reproducen las moscas negras. Afecta principalmente a la población adulta, entre 25 a 40 años, y son especialmente propensos aquellos que padecen malformaciones linfáticas.
Causa lesiones en la piel, tejido subcutáneo, ganglios linfáticos y en los ojos. En 1915, Rodolfo Robles, médico guatemalteco, describió la relación entre la oncocercosis y las lesiones oculares graves; de ahí que esta parasitosis también se conozca como Enfermedad de Robles.
Las lesiones oculares se suponen producidas tanto por la invasión de las microfilarias y por las filarias muertas (con liberación de toxinas), como por el depósito de complejos antígeno-anticuerpo. Pueden producirse desde cuadros menores de conjuntivitis hasta queratitis nodulares, lineales y esclerosantes, uveítis anteriores plásticas sinequiantes con glaucoma secundario, coriorretinitis y neuritis óptica con atrofia secundaria.
Vías de transmisión
La transmisión de la enfermedad necesita de la intervención del Jején (mosca del género Simulium) que habita principalmente en áreas cercanas a ríos o canales de aguas rápidas.
La jején se alimenta de la sangre de una persona infectada de oncocercosis. Posteriormente, al volver a alimentarse, pica a una persona sana y en ese momento, deposita las larvas infectantes. Después de haber transcurrido un año o más, se detectan los parásitos (filarias) en la piel de la persona infectada.
Las personas infectadas pueden transmitir la oncocercosis durante 10 o 15 años si no son tratadas. Aunque el reservorio son los seres humanos, la oncocercosis no se transmite de persona a persona.
Síntomas
La picadura de la mosca jején se nota, al aparecer una pequeña mancha redonda de color rojo que tarda en desaparecer y con el tiempo aumenta la picazón, el área se inflama y permanece irritada por varios días. Cuando el parásito se hace adulto, construye nódulos para vivir y reproducirse, expulsando una gran cantidad de filarias pequeñas que migran por todo el cuerpo. Las filarias afectan la elasticidad de la piel cuando se les encuentra en gran cantidad.
Los abultamientos o nódulos se localizan en:
- La cabeza
- Cuello
- Hombros
- A lo largo de la columna vertebral
- Parte superior de los glúteos
Causan erupciones, pérdida de coloración y picazón intensa en la piel. La persona enferma empieza a sentir una debilidad generalizada. Usualmente, la oncocercosis se manifiesta de uno a tres años después de que la persona ha sido infectada. Cuando la persona llega a tener muchos gusanos en su cuerpo, se producen lesiones muy graves, como la pérdida de la elasticidad de la piel, especialmente en la cara, las orejas y la región inguinal. Lo peor es que en su estado avanzado los parásitos avanzan por el cuello y llegan a los ojos, produciendo dificultades en la visión y, finalmente, ceguera.
Se estima que cada filaria hembra adulta llega a medir más de medio metro de largo y produce millones de larvas.
Localización, ¿cómo se sabe dónde hay oncocercosis?
Cuando, por diferentes razones, se sospecha que en una comunidad hay oncocercosis, se realiza un procedimiento llamado Evaluación Epidemiológica Rápida (EER), que consiste en practicar biopsias o pequeños cortes de piel a 30 personas de la comunidad. Las biopsias se toman de la cadera y de la espalda, y se examinan en el microscopio, para ver las filarias. Si ninguna de las personas examinadas tiene el gusano, esa comunidad se clasifica como NEGATIVA. Si se identifican filarias en las biopsias, la comunidad se clasifica de la siguiente manera:
- Si el 20% o menos de los examinados tienen el gusano, es HIPOENDEMICA.
- Si más del 20% hasta menos del 60% de los examinados tienen gusanos, es MESOENDEMICA.
- Si el 60% o más de los examinados tienen el gusano, es HIPERENDEMICA.
Diagnóstico y Tratamiento
El método de diagnóstico más corriente consiste en tomar una pequeña muestra de la piel y colocarla en una gota de solución salina. En cuestión de segundos se puede ver a las microfilarias abandonando la piel. También pueden detectarse las microfilarias en la sangre.
El medicamento para el tratamiento, la Ivermectina, mata los gusanos pequeños (microfilarias), disminuyendo su número en la piel por un lapso de 6 a 12 meses, pero no mata los gusanos adultos que se encuentran protegidos dentro de los nódulos. Por esta razón, la Ivermectina se debe suministrar periódicamente (cada 6 meses o cada año) por 10 a 12 años, tiempo en el cual se estima que habrán muerto, por vejez, todos los gusanos adultos que estén dentro de los nódulos. La Ivermectina se distribuye a toda la población de los lugares donde hay oncocercosis (tratamiento masivo), para lograr que no haya más gusanos en las personas. El nombre comercial del medicamento es Mectizan®.
Una alternativa a la ivermectina es la dietilcarbamacina, que ha de tomarse siguiendo los mismos criterios. La nodulectomía (extirpación quirúrgica de los nódulos) es un tratamiento de refuerzo eficaz, ya que elimina directamente la población adulta de gusanos, permitiendo disminuir la duración del tratamiento. No obstante, no siempre es realizable, debido a la extensión de las lesiones, ya que resulta un procedimiento de coste elevado.
Sistemas de tratamiento masivo con Ivermectina en la comunidad
Para avanzar en la meta de eliminación de la oncocercosis prevista por la OMS en el año 2007, es necesario involucrar a las comunidades y a todos los trabajadores de la salud en todo el proceso para el control de la enfermedad en Latino América. Esto permite que las evaluaciones epidemiológicas se realicen con el acuerdo y el entusiasmo de la comunidad, y que se obtengan, de manera sostenible, altas coberturas en el tratamiento masivo con Ivermectina.
El nivel de participación de la comunidad en cada país es diferente. En Ecuador y Colombia se han invertido grandes esfuerzos, y el eje del programa lo constituyen los promotores y auxiliares del Ministerio de la Salud. En todos los demás países, la mayor responsabilidad recae en trabajadores del ministerio o de la institución que dirige el programa, pero con escasa o ninguna participación de las comunidades.
Prevención y Medidas de control
- En las zonas donde se ha identificado la presencia de la jején o moscas negras, es importante evitar su picadura, cubriendo la mayor parte del cuerpo y de la cabeza con ropa apropiada o usando repelente y evitando en lo posible el baño en ríos.
- Localizar los criaderos de la jején o moscas negras, y destruirlos dentro de lo posible.
- La población de moscas negras puede controlarse pulverizando insecticidas en las riberas y en los tramos de corrientes rápidas.
- Una medida profiláctica es la toma de Ivermectina, que vuelve estériles a los gusanos hembra y mata las microfilarias. De esta manera, si uno de estos simúlidos pica a una persona infectada que haya tomado el medicamento, no quedará infectado y no transmitirá la enfermedad. La ivermectina debe administrarse regularmente a toda la comunidad.
- Si ocurre algún caso de oncocercosis, se debe notificar al servicio de salud más cercano para que se puedan implementar acciones preventivas.
La eliminación de la enfermedad como meta
La clave está en que todas las personas que viven en las áreas donde la enfermedad está presente tomen la Ivermectina periódicamente durante 10 o 12 años (altas coberturas de tratamiento).
Con el objetivo de fortalecer las posibilidades de lograr esta meta, en 1993 se creó el Programa para la eliminación de la Oncocercosis en América (OEPA), que tiene la misión de apoyar los programas nacionales de los 6 países afectados. Esta iniciativa cuenta con el apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y fue coordinada inicialmente por la Fundación Ceguera de los Ríos y ahora por el Centro Carter.
Se busca promover la comunicación sobre la Oncocercosis con las familias, líderes y grupos de la comunidad, para lograr la participación de todos en la lucha por acabar la filaria.
Para la orientación estratégica de la iniciativa regional, se conformó un Comité Coordinador del Programa (PCC, por su nombre en inglés), el cual está constituido por expertos en campos específicos para el control de la oncocercosis y por representantes de las instituciones involucradas en la iniciativa, como la Organización Panamericana para la Salud (OPS), el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades(CDC) de Atlanta, EUA, y el Centro Carter.
Asistencia de OEPA
OEPA ofrece asistencia técnica, financiera y administrativa a los programas nacionales, para lo cual dispone de un equipo técnico que tiene su oficina central en Ciudad de Guatemala. Las autoridades de cada uno de los países preparan cada año, con sus equipos regionales y locales, el plan para desarrollar el año siguiente, en el cual se incluyen las solicitudes de apoyo, de acuerdo con las solicitudes formuladas por los seis países y, teniendo en cuenta la disponibilidad en cada uno de los rubros del presupuesto, la OEPA procede a financiar las iniciativas de cada país, realizando el seguimiento respectivo.
Recursos
- WHO (OMS), Programas de prevención de la ceguera de la Organización Mundial de la Salud (en inglés)
- Organización Panamericana de la Salud, Recursos adicionales, y contenidos técnicos
- International Eye Fundation Fundación Gubernamental que nace para la prevención y lucha contra la ceguera en el mundo.
- Filiariasis. La filariasis linfática según la OMS, conocida generalmente como elefantiasis, es una enfermedad tropical desatendida.
- OEPA (Onchocerciasis Elimination Program for the Americas) Programa para la eliminación de la Oncocercosis en las Américas. Es una Iniciativa Regional, que resultó de la Resolución XIV de la XXXV Asamblea del Consejo Directivo de la Oficina Sanitaria Panamericana (OPS), firmada en 1991 por los Ministerios de Salud de los países afectados por la Oncocercosis en el continente.
- Centro Carter, Programa de prevención y control de la ceguera de los ríos, del Centro Carter.
- Proyecto Genoma de la ceguera de los ríos dirigido por el Dr. Steven A. Williams.
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Autor(es): Luis Maita, Obra: Oncocercosis, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/infecciones/infecciones-endemicas/oncocercosis
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