¿Cómo ha afectado el confinamiento a la salud física y mental de las personas?
La pandemia ocasionada por el COVID-19, patología contagiosa que se ha extendido por todo el mundo, ha precisado un cambio en las rutinas y hábitos diarios en la mayoría de los países.
En España, para poder cortar la expansión imparable del contagio e ingresos hospitalarios derivados del coronavirus, se decretó el Estado de Alarma el pasado 14 de marzo de 2020.
Estado de Alarma, comienzo del confinamiento
¿En qué ha consistido? Pues principalmente en mantener una cuarentena para evitar el contacto físico, aglomeraciones y guardar las medidas de prevención necesarias para que el virus no siguiera su tendencia al alza en contagiados: lavado de manos, uso de mascarilla, distancia social…
Para ello, esta cuarentena ha necesitado un confinamiento total en las casas, y las personas han tenido que permanecer en ellas, salvo para realizar ciertas actividades esenciales (como ir al médico, comprar o atender a personas dependientes). Desde casa se ha teletrabajado, las personas que han podido, los niños y jóvenes han seguido sus clases online, y así todos y cada uno se las han ingeniado para permanecer en los hogares durante ese tiempo.
A primeros de mayo de 2020 comenzó la desescalada, en la que poco a poco, se ha ido permitiendo, según franjas horarias, edades y comunidades, salir a pasear o hacer deporte, y poco a poco, en un plan que contempla 4 fases, se pueden ir realizando más actividades. Eso sí… sin olvidar que el riesgo y la amenaza del coronavirus sigue presente, y que hay que mantener las medidas de seguridad y prevención dictadas.
Encuesta sobre salud en confinamiento
Desde la plataforma de salud Doctoralia han realizado una encuesta para analizar los posibles efectos del confinamiento sobre la salud física y mental de la población.
La encuesta arroja datos sobre el teletrabajo, la actividad física, y las relaciones en pareja y familia. Una de sus principales conclusiones es que 4 de cada 10 han encontrado aspectos negativos en sus parejas, aunque otros, en cambio, han visto reforzada la relación.
Sobre el teletrabajo, más de la mitad de encuestados consideran que esta opción les hace ser más productivos.
Y también, más de la mitad, han conseguido llevar una buena rutina en familia y con los hijos gracias a la colaboración de todos.
Para saber más sobre esta situación, cómo se ha llevado el confinamiento, y cómo podemos ir afrontando la desescalada, hemos querido hablar con una experta en psicología positiva, mindfulness y psicoterapia. Ella es Mónica Dosil, psicóloga y miembro de Doctoralia.
Aquí os dejamos su experiencia y recomendaciones.
Una de las conclusiones de la encuesta incide en cómo ha afectado el confinamiento a las parejas, de hecho, han aumentado las consultas y peticiones de divorcio. ¿Qué aconsejan los expertos en estos casos? ¿Esperar a que se normalice la situación y valorar los posibles efectos nocivos del confinamiento o cerrar esa relación y comenzar de cero?
La recomendación siempre es resolver los conflictos cuanto antes.
Cuando una pareja se plantea un divorcio o separación es porque tienen una incapacidad por llegar a acuerdos. Si los dos miembros de la pareja apuestan por la separación, cuanto antes se lleve a cabo mejor.
No obstante, hay casos en los que el confinamiento y el exceso de contacto ha desarrollado un aumento de las discusiones y de los encontronazos. En este caso, si es conveniente esperar al final de la desescalada para observar el resultado final.
Al final lo importante es poder hablar sobre ello para decidir desde el diálogo y no desde lo emocional y la calentura del momento.
¿En el estudio, se han especificado algunos de los puntos positivos o negativos que se han dado con más frecuencia en esta etapa? ¿Cuáles serían los más destacados?
El estudio refleja como datos a remarcar que un 28% han constatado una mejora sustanciosa en la relación de pareja. Estar más tiempo juntos ha tenido efectos muy positivos en la relación y ha reforzado la conexión entre ambos miembros.
El 22% se ha visto obligado a repartir por fin equitativamente las tareas en el hogar y ha permitido tengan más tiempo para la pareja y para ellos mismos.
De los que mantienen una relación a distancia, la mitad han remarcado que han tenido más tiempo para conectar y hablar con la pareja.
Respecto a la sexualidad, el 62% han indicado que están teniendo menos relaciones sexuales y un 14% ha acordado con su cónyuge evitar directamente las relaciones sexuales para no entrar en conflictos innecesarios derivados de ellas.
Hay que recordar que, con toda la crisis, se ha observado claramente una disminución de la lívido.
Uno de los aspectos mejor valorados, ha sido aumentar las rutinas y vivencias con los hijos. ¿Esto puede indicar que normalmente hay poca flexibilización laboral que impide compaginar casa y trabajo, y que se debería incidir más para aumentar los tiempos que comparten padres-hijo?
Así es. El estudio revela que un 57% de los encuestados con hijos han tenido facilidades para adaptarse a la nueva situación, gracias a la cooperación familiar y a la colaboración y creatividad de los más pequeños.
También han encontrado más tiempo para compartir comidas y cenas, aunque no siempre este tiempo ha sido de calidad. Al final, no debemos olvidar que en casa hay una nueva tensión por las consecuencias derivadas de la crisis del COVID-19.
No obstante, siempre ha sido necesario aumentar el tiempo de calidad a compartir entre padres e hijos. Esto sigue siendo una necesidad que llevar a cabo repercute directamente sobre la salud mental de los hijos.
¿La vuelta a las rutinas y colegios tras la pandemia puede afectar a los menores al ver menos a sus padres? ¿Cómo afrontarlo?
Si y no, dependerá de cada caso.
Muchos niños desean volver a sus escuelas y actividades extraescolares. También están ansiosos por volver a ver a sus amigos en directo. Así se sustituirá un beneficio por otro.
Lo positivo es que cuando se encuentren luego en casa van a valorar mucho, tanto padres e hijos, el volver a encontrarse.
No tenemos por qué observar consecuencias negativas en este aspecto.
Sobre el teletrabajo, ¿por qué consideras que aún hoy hay empresas que no acaban de apostar por esta opción de trabajo pese a que se ha demostrado que es totalmente válida en ciertos tipos de puestos?
Esto es así por falta de protocolos sobre teletrabajo y formación al respecto. El trabajo desde casa requiere de ciertas indicaciones para convertirlo en efectivo. Deben poder evaluarse resultados y los trabajadores ser capaces de gestionar su tiempo, por ello la formación es fundamental.
También a veces falta infraestructura de la propia empresa y ciertos mandos responsables desconfían de sus trabajadores si no pueden observarlos directamente. Al final son un conjunto de temores y de falta de recursos, lo que produce problemas si trabajas desde casa, así como la dificultad de ciertas empresas por invertir en mejoras laborales y alternativas.
¿Poder acceder a teletrabajo afecta positivamente a la salud física y mental de los trabajadores? ¿Cómo y por qué?
Totalmente. Los trabajadores lo valoran muy positivamente por la flexibilidad que ofrece y el ahorro de tiempo gracias a evitar los desplazamientos.
Teletrabajar permite a muchos padres acercar a sus hijos al colegio y otras tareas personales en los tiempos disponibles de la jornada. Teletrabajar permite comer ordenada y saludablemente en casa.
Muchas veces trabajar desde casa evita también los conflictos existentes previamente en el entorno laboral.
La seguridad del hogar permite menos tensiones físicas y más autocuidado personal.
El teletrabajo, bien organizado por parte de la empresa y del trabajador y combinado con el presencial, es la fórmula perfecta para la salud física y mental.
Los teletrabajadores que afirman no ser productivos en esta modalidad no presencial, ¿a qué puede deberse? ¿Quizá por falta de organización o necesidad de una persona que les dicte qué hacer o no en cada momento? ¿Pueden precisar formación para controlar su capacidad de concentración? ¿Puede haber de forma subyacente patologías que les impidan desarrollar su trabajo con normalidad (ansiedad, fobias…)?
Hay un grupo de personas que requieren de apoyo de sus compañeros y responsables. Estas personas al verse obligadas a teletrabajar se sienten más perdidos y desconectados. Además, hay muchas personas con dificultades para gestionar su tiempo con eficacia y en casa han encontrado más distracciones, si han logrado ser rigurosos, ello les ha provocado un alto nivel de frustración y ansiedad.
Si la empresa no ofrece indicaciones, recursos y formación, se genera ansiedad en los trabajadores el sentirse fuera del entorno físico laboral.
Es necesario que la empresa se ocupe y preocupe de sus teletrabajadores para poderlos orientar, si así lo precisan.
En general, ¿cómo estiman que el confinamiento ha podido afectar a la salud física y mental de los españoles? ¿Varía según la edad o género? ¿Depende quizá de otros factores?
El confinamiento ha afectado físicamente a un gran grupo de personas que no han sido rigurosos en desempeñar algún tipo de actividad deportiva en casa. Mucha gente ha visto aumentado su peso y se ha sentido más cansada por falta de actividad física.
Mentalmente, ha habido de todo; casi todas las personas han pasado por momentos de estrés, momentos de preocupación, dificultades para dormir y ansiedades varias, combinado con momentos de tranquilidad, descanso y bajada del ritmo frenético laboral.
La parte positiva es que muchas personas han desarrollado su capacidad de autoobservación y autocuidado y han sabido aprovechar una gran cantidad de recursos gratuitos o variados que se han ofrecido por las redes y medios de comunicación.
Los factores que más han afectado a la salud en general han sido la inseguridad económica, laboral y sanitaria. El grupo que se ha visto más afectado es aquel que tenía dificultades por pasar tiempo solo y su motivación se encontraba fuera del hogar.
También las personas se han sentido impotentes en su necesidad de trabajar sin poder hacerlo. Al final, el confinamiento ha dado como resultado el desarrollo de cuadros ansiosos frecuentes e intensos.
Gracias por atender y responder a todas estas cuestiones, hay muchos puntos positivos: la armonía familiar, la superación personal, afrontando nuevos modos de estudio y trabajo, el tener tiempo para uno mismo y sus allegados… aunque también esta nueva situación ha generado ansiedad o desasosiego.
Como vemos, la salud física se ha visto afectada en aquellos que no han sido capaces de llevar una dinámica o hábito de actividad en casa, por otra parte, esta extraña realidad, que ha superado con creces la ficción, ha hecho que tengamos momentos para reflexionar, incluso para descansar más y desconectar, pero también la imposibilidad de trabajar, el aislamiento y la inseguridad sobre el futuro, han provocado alteraciones en la salud mental de muchas de las personas que están viviendo la situación.
Esperamos que, poco a poco, la vuelta a la nueva normalidad vaya aportando también seguridad y equilibrio tanto físico como mental, y que la investigación deje una puerta abierta para solucionar la base del problema: la pandemia por COVID-19.
Déborah M. Labrador (Portal Discapnet / 1 de junio de 2020)
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Autor(es): Déborah M. Labrador Solís, Obra: Consecuencias del confinamiento en la salud. COVID-19, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/infecciones/infecciones-respiratorias/el-covid-19/consecuencias-del-confinamiento-en-la-salud-covid-19
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