La operación de cataratas es un procedimiento quirúrgico común y seguro que se utiliza para tratar la opacidad del cristalino en el ojo. En este artículo, exploraremos en detalle los aspectos clave de esta cirugía, desde su importancia y beneficios hasta los cuidados postoperatorios necesarios para una recuperación exitosa.
Definición de catarata
Por catarata entendemos cualquier opacidad del cristalino, conlleve o no una disminución de la visión. En países desarrollados es la causa más frecuente de ceguera reversible.
Además de la pérdida de visión, el paciente suele notar también una gran facilidad para el deslumbramiento, sintiéndose mucho más cómodo en ambientes poco iluminados, en los que incluso mejora su visión gracias a la dilatación de la pupila. Al evolucionar la catarata el paciente se queja de ver sólo sombras, manchas, luces.
Se distinguen distintas fases clínicas:
- Catarata incipiente: cuando las opacidades son periféricas y el trastorno visual es mínimo.
- Catarata madura: cuando la opacidad es total y el déficit visual severo.
- Catarata hipermadura: el cristalino aparece de un color gris homogéneo y si no se opera puede dar complicaciones.
¿Qué es el cristalino?
El cristalino es una lente situada en el interior del ojo que ayuda a enfocar una imagen en la retina. La retina es el tejido sensible a la luz situado en el fondo del ojo. En un ojo normal, la luz pasa a través del cristalino transparente a la retina. Al llegar a la retina, esta convierte la luz en señales nerviosas que se envían al cerebro.
Si el cristalino está nublado por una catarata, la imagen que usted ve será borrosa. Por tanto, el cristalino tiene que estar transparente para que la retina pueda recibir una imagen clara.
Causas de cataratas
Catarata senil
Es el tipo más común de catarata. Más del 75% de los sujetos mayores de 60 años, y el 95% de los mayores de 75 presentan ya algún grado de opacidad del cristalino. Sin embargo, en muchos casos su evolución será tan lenta que nunca llegará a producir una pérdida de visión que precise intervención quirúrgica. Este tipo de catarata se produce por la degeneración del cristalino debida exclusivamente a la edad.
Cataratas secundarias
Estas son mucho menos frecuentes y aparecen a lo largo de procesos oculares o sistémicos.
- Oculares: procesos inflamatorios, traumáticos, degenerativos.
- Sistémicos: metabólicos como la diabetes o el hipertiroidismo, tóxicos o en algunas enfermedades de origen inmune.
En algunos de estos casos, no es necesaria la intervención quirúrgica, y simplemente la corrección del factor precipitante, si se hace de forma temprana, es suficiente para detener la progresión de la catarata.
Clínica y Diagnóstico
El paciente nota una progresiva disminución de la agudeza visual, sin dolor ni inflamación, que mejora en ambientes poco iluminados, pudiendo aparecer además molestias ante una excesiva iluminación, visión de halos coloreados y en ocasiones, el paciente puede llegar a ver doble, debido a la irregularidad que se produce en el cristalino por su degeneración.
El diagnóstico es sencillo y se establece mediante la clínica y una exploración ocular básica a simple vista tras dilatar la pupila, mediante oftalmoscopia directa o bien con la ayuda de una lámpara de hendidura, un sistema que permite situar la opacidad en el interior del cristalino.
¿Cuándo debe operarse una catarata?
La cirugía es la única alternativa de tratamiento. Se trata de una operación sencilla y muy efectiva. La decisión sobre el momento indicado para la intervención depende casi exclusivamente de criterios clínicos. Es decir, depende de las molestias percibidas por el paciente, del grado de perdida visual y de la incapacidad que esta produce.
El grado de molestia no es el mismo para todo el mundo, por lo que la fecha adecuada es el resultado de una decisión tomada por el oftalmólogo y por el propio paciente. Si no se opera, por lo general la catarata se hace más densa y la visión empeora, pudiendo impedir la exploración del fondo de ojo.
Las cifras de éxito de la cirugía explican que ya no es necesario esperar a que el ojo vea mal para operar. Pero la decisión siempre es del paciente. La idea de que una catarata tiene que estar "madura" para operarla es anticuada.
¿Cómo se hace la cirugía de catarata?
La cirugía de la catarata consiste en la extracción del cristalino enfermo. Existen dos opciones de intervención: la extracción intracapsular y la extracapsular.
La intracapsular era la que se empleaba hasta hace pocos años. Consiste en sacar todo el cristalino junto con su envoltura, la cápsula.
La cirugía extracapsular es la más difundida actualmente, ya que tiene menos complicaciones y permite el empleo de una lente intraocular. En ella se extrae solo la porción opaca de la catarata y se deja la porción posterior de la cápsula, que sirve de soporte para una lente intraocular, que ocupa el mismo lugar que el cristalino que se ha extraído. A su vez, la cirugía extracapsular puede hacerse mediante dos técnicas:
- Técnica manual y mecánica, mediante la cual se extrae la catarata completa por una incisión de más de 7 mm, y que se emplean suturas para cerrarla.
- Técnica mediante la emulsificación por ultrasonido, se hace una incisión pequeña donde, por medio de un equipo especial, se fragmenta en pequeños pedazos y se aspira la catarata mediante una pieza especial, requiere equipos modernos. Tiene la ventaja que la recuperación es más rápida, y casi nunca se ponen suturas para cerrar la herida, ya que la incisión necesaria es más pequeña.
Para recuperar una buena visión después de la operación se utiliza una lente intraocular. La lente intraocular es una pequeña lente artificial que se coloca dentro del ojo durante la operación. Esta lente es permanente, tiene un poder óptico previamente calculado mediante un examen especial llamado biometría ocular.
En la actualidad, los lentes intraoculares utilizados son bien tolerados, y solo tienen reacciones adversas en contadas ocasiones. Las lentes intraoculares pueden ser rígidas o plegables, el cirujano las elige en función de las posibilidades quirúrgicas.
¿Qué pasa antes de la cirugía?
Unas semanas antes de la cirugía, su médico le hará algunos exámenes. Estos pueden incluir medirle la curvatura de la córnea y el tamaño y forma del ojo. Esta información ayuda al médico a escoger el tipo de lente intraocular apropiado para usted.
El médico le puede pedir que no coma o beba nada 12 horas antes de la operación.
¿Qué tipo de anestesia se utiliza?
Generalmente basta con una anestesia local, que consiste en inyectar y/o instilar un producto anestésico en el lado del ojo que va a ser operado y que, desde ese momento, ya no se mueve, no siente nada y no ve lo que pasa mientras dura el efecto del producto. Si el paciente está angustiado o nervioso, el médico anestesista puede administrarle un tranquilizante antes o durante la operación.
La anestesia general se aplica sobre todo en los niños, en los enfermos muy angustiados o que no puedan cooperar debido a un problema distinto, como los pacientes que están sordos, que tienen movimientos involuntarios de la cabeza, y en las intervenciones de mayor delicadeza.
¿Cuánto dura la hospitalización?
Si la operación se desarrolla bien y la anestesia es puramente local, el paciente podrá abandonar el centro hospitalario una vez terminada la intervención, siempre y cuando esté en condiciones de hacerlo y vaya acompañado. En la prescripción de alta hospitalaria se explican los cuidados que deben llevarse a cabo.
Si lo prefiere o el médico se lo solicita, el paciente puede quedar ingresado/a una noche. El ojo operado se revisa como mínimo una vez durante la primera semana.
¿Qué precauciones hay que tener después de la operación?
- Se recomienda que si quiere volver a utilizar sus antiguas gafas lo puede hacer.
- Si el cristal correspondiente al ojo operado le molesta, cámbielo provisionalmente en la óptica por un cristal sin graduación.
- Si le deslumbra demasiado la luz, puede llevar cristales ahumados.
- Para que la operación tenga éxito, es necesario que el paciente cumpla las prescripciones médicas.
- Ciertos colirios producen escozor o irritación, pero suele ser tolerable. Los frascos deben renovarse cada 15 días.
- Las gotas deben instilarse dejando unos minutos de intervalo entre unas y otras, sea cual sea el orden de administración.
- El paciente podrá reanudar sus actividades visuales al día siguiente de la cirugía: ver la televisión, ir al cine o leer. No hay límite de tiempo para ello. Puede salir, pasear, ir a la oficina, etc.
- Quedan prohibidos los esfuerzos importantes, violentos, excesivos o desacostumbrados.
- Están permitidos los viajes, pero no en avión en los primeros días.
- Evite posibles traumatismos oculares: no abrace a personas que lleven gafas y evite golpearse o frotarse el ojo.
¿Qué pasa si tengo otros problemas de los ojos y necesito cirugía para las cataratas?
Muchas personas que necesitan cirugía para las cataratas también tienen otros problemas de los ojos, como la degeneración macular relacionada con la edad o el glaucoma. Si usted tiene otros problemas de los ojos, además de las cataratas, hable con su médico. Conozca los riesgos, beneficios, alternativas y los resultados esperados de la cirugía para las cataratas.
¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de la cirugía?
La operación de cataratas es una intervención altamente segura, pero en raras ocasiones, a pesar de una técnica bien realizada, puede llegar a presentar ciertas complicaciones.
Efectos secundarios transitorios
Es habitual no ver con nitidez durante los primeros días o semanas. El ojo recupera su forma definitiva y estable al cabo de un plazo variable. Si el ojo está enrojecido, no se inquiete. Se trata probablemente de un pequeño derrame sanguíneo en relación directa con la operación quirúrgica o con la infiltración del producto anestésico, en caso de anestesia local.
Es muy frecuente, en el postoperatorio inmediato, la sensación de escozor o de cuerpo extraño o arenilla en el ojo. Evite frotarse y coménteselo al cirujano sin inquietarse demasiado por ello.
En las primeras 24 horas, a veces aparece un dolor intenso. A menudo se debe a una elevación fugaz de la tensión ocular o a una erosión transitoria de la superficie de la córnea. El cirujano le indicará la causa cuando acuda a consulta.
Si el párpado superior cae un poco, dando la impresión de que el ojo se ha empequeñecido, no se preocupe por el globo ocular en sí. Se trata de una relajación de los tejidos. En algunos casos se prescriben cuidados que complementan a los habituales. El estado de su ojo le dicta a su oftalmólogo cuál es el "tratamiento adecuado".
Es posible que el ojo quede sensible, a menudo de forma intermitente y por brotes, con un pequeño enrojecimiento. No es grave y desaparece en unos días. No dude en consultar si observa otro tipo de trastornos.
La agudeza visual se determina en cuanto se restablece la transparencia. La importancia de la recuperación de la visión depende no solo de la operación, sino también de la integridad de las demás estructuras del ojo: la calidad de la retina, del nervio óptico, etc., que son elementos primordiales para una buena agudeza visual. En ocasiones, estos datos sólo pueden analizarse y ser útiles después de la operación.
Efectos secundarios definitivos
Pueden verse pequeñas partículas de diversas formas y aspectos (puntos negros, comas, mariposas, etc.) en distintas partes del campo visual. Son los llamados cuerpos flotantes y carecen de importancia si la exploración muestra que la retina es normal. Puede producirse deslumbramiento, así como impresiones luminosas débiles y variadas.
Descenso de la agudeza visual. Es posible que se produzca una pérdida de la definición y de la calidad de la visión en el lado operado varios meses o años después. Esto se debe a menudo a la opacificación espontánea de la cápsula posterior. En estos casos es cuando se acude al láser YAG para abrir esta cápsula de forma muy sencilla. La agudeza visual mejora. En este momento se explora de nuevo la retina.
Esta cirugía predispone además al desprendimiento de retina, por lo que se recomienda un seguimiento a largo plazo con visitas periódicas al oftalmólogo.
Después de la operación y el postoperatorio ¿Qué puedo hacer para proteger mi vista?
Si utiliza gafas para el sol y un sombrero con ala para bloquear los rayos ultravioleta del sol puede ayudar a retrasar el desarrollo de las cataratas. El tabaco también resulta perjudicial. Los investigadores también creen que la buena nutrición puede ayudar a reducir el riesgo de las cataratas relacionadas con la edad. Recomiendan comer vegetales de hojas verdes, frutas y otros alimentos con antioxidantes.
Si usted tiene más de 60 años, debe hacerse un examen completo de los ojos, por lo menos una vez cada dos años, con dilatación de las pupilas. Además de ver si usted tiene cataratas, su oculista podrá ver si hay señales de degeneración macular relacionada con la edad, glaucoma y otros problemas de los ojos. En el caso de muchas enfermedades de los ojos, el tratamiento temprano puede salvar su vista.
En resumen, la catarata es una forma de ceguera que puede ser corregida mediante la cirugía, que permite al paciente recuperar la función visual, mejorando así de manera espectacular la calidad de vida del paciente.
Bernhisel A, Pettey J., 2020, Manual small incision cataract surgery, Curr Opin Ophthalmol, 10.1097/ICU.0000000000000624, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31770166/
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Autor(es): Luis Maita, Obra: Cirugía de cataratas, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/intervenciones-medicas/procedimientos-quirurgicos/cirugia-de-cataratas
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