Una lesión medular es un daño en la médula espinal que puede resultar en la pérdida parcial o total de la función motora y/o sensorial. Estas lesiones pueden ocurrir como resultado de accidentes automovilísticos, caídas, lesiones deportivas o actos de violencia. La rehabilitación y el tratamiento adecuados son fundamentales para ayudar a las personas con lesiones medulares a recuperar la mayor funcionalidad posible y mejorar su calidad de vida. De esto y más va el artículo de hoy.
¿Cómo se define el nivel de lesión medular?
El nivel de la lesión la evalúa el médico tras la valoración de los diferentes exámenes. Dicho nivel está determinado por el punto más bajo, por debajo de la lesión medular, donde existe una disminución o ausencia de sensación (nivel sensitivo) y movimiento (nivel motor). Cuanto más alta y completa sea la lesión de la médula espinal en la columna vertebral, o más cerca esté del cerebro, mayor será la pérdida de la función (sensación y movimiento).
Por ejemplo:
- Una lesión a nivel de D-8 significa que la persona tiene una disminución o pérdida de sensación y movimiento por debajo del octavo segmento dorsal de la médula espinal.
- Una persona con una lesión a nivel de C-5 tiene una pérdida o disminución de sensación y movimiento por debajo del quinto segmento cervical de la médula espinal.
- Alguien con una lesión a nivel de D-8 podría tener más sensación y movimiento que alguien con una lesión a nivel de C-5. Recuerde que la cantidad de sensación y movimiento también depende de si la lesión es parcial o total.
¿Cuáles son los tipos de lesión medular?
Las lesiones medulares se clasifican según nivel, extensión y síntomas.
Según nivel
- Tetraplejia: Si la parálisis afecta a las dos extremidades superiores y a las dos inferiores. Esta lesión se localiza en el área cervical.
- Paraplejia: Si la parálisis afecta a las extremidades inferiores. La lesión se ubica en el área dorsal, lumbar o sacra.
Según extensión
- Completa: Si la lesión afecta totalmente a la médula.
- Incompleta: Se trata de una lesión parcial de la médula y una porción medular indemne. Estos pacientes reciben el nombre de tetraparésicos o paraparésicos, que se caracterizan porque una parte de su médula, por debajo de la lesión, presenta algún grado de conexión con el cerebro.
Con esta clasificación puede haber una sección medular completa motora e incompleta sensitiva, o viceversa. Algunas personas con una lesión incompleta pueden tener mucha sensación, pero poco movimiento. Otros pueden tener algo de movimiento y muy poca sensación. Las lesiones parciales espinales varían de una persona a otra, debido a que diferentes fibras nerviosas son dañadas en el cordón espinal de cada persona.
Las personas con una lesión de la médula espinal incompleta tienen mayor potencial de recuperar la capacidad de caminar que las que tienen una lesión medular completa.
Según síntomas
- Espástica: Esta lesión se caracteriza porque los músculos del paciente, por debajo de la lesión, presentan un estado de rigidez y de difícil movilización. Los estímulos en la región corporal, correspondiente a la parte inferior a la lesión, obtienen una respuesta de movimientos reflejos desordenados.
- Flácida: Los pacientes que sufren este tipo de lesión presentan los músculos blandos y sin dificultad para su movilización, por debajo de la lesión. Con el tiempo se va produciendo cierto grado de atrofia, lo que le confiere un aspecto de delgadez de las zonas afectadas.
Un ejemplo de diagnóstico puede ser el siguiente: síndrome medular completo motor, incompleto sensitivo por debajo de C6 o paraplejia flácida por debajo de L1.
¿Qué es la Espasticidad?
La Espasticidad es una alteración caracterizada por una pérdida del balance entre la contracción y relajación de los músculos que lleva a un estado de rigidez y espasmos musculares involuntarios, resultantes de mínimos estímulos internos o externos. Espasticidad, que viene del griego "spastikos", que significa tirar o estar sujeto a contracción, es un término usado para describir el tono muscular anormal o músculos que tienen mucha rigidez.
Cada músculo tiene una cantidad normal de resistencia al movimiento. La espasticidad es velocidad-dependiente, en otras palabras la cantidad de espasticidad cambia dependiendo de que tan rápido es movido el músculo. Si movemos una articulación lentamente, notaremos menos resistencia que si la movemos rápidamente. Sin embargo, la espasticidad está siempre presente.
Los músculos espásticos generalmente están más rígidos cuando la persona está despierta que cuando está durmiendo. El 66% de los lesionados medulares son espásticos, necesitando tratamiento el 21% de este grupo de enfermos. La espasticidad no puede ser curada, sin embargo, frecuentemente puede ser tratada o manejada.
La espasticidad ocurre cuando una lesión cerebral o una lesión de la médula espinal interfieren con los mensajes del cerebro que le indican al músculo que se relaje. El tono muscular normal se presenta cuando el cerebro es capaz de enviarle al músculo un mensaje indicándole si debe estar más o menos rígido (tener más o menos tono). En niños con espasticidad, estas señales no ocurren normalmente. El cerebro no envía señales adecuadas a los músculos. Al no recibir el mensaje del cerebro, los músculos no se pueden relajar y como resultado los músculos están tensos y rígidos. La espasticidad puede afectar cualquier músculo del cuerpo, haciendo que el movimiento sea rígido, difícil y torpe.
¿Cuáles son las fases de la evolución de la lesión medular?
- Al principio: Fase de shock medular: Lo normal es que tras el trauma se pierda toda actividad nerviosa por debajo del nivel de la sección medular. Esta es una fase de duración variable. Desde el punto de vista psicológico es normal que el paciente se deprima, se repliegue en su pasado, le angustie el presente y le dé miedo el futuro.
- Fase segunda: De duración variable, en esta fase los músculos se ponen más tensos y aparecen reflejos en la parte paralizada, con respuestas a ciertos estímulos.
- A los dos meses: Tras la curación de la fractura ósea vertebral, el enfermo comienza a progresar física y anímicamente. Se inicia la fase de rehabilitación, empieza a conocer la dimensión más precisa de su lesión y a asimilar, con mayor o menor grado de aceptación, su realidad.
¿Qué sucede con las funciones vitales tras una lesión medular?
La lesión medular puede suceder de forma traumática, por enfermedad de la columna vertebral o de la misma médula espinal. La mayoría de las lesiones de la médula espinal se deben al trauma, como consecuencia de una fractura del hueso o un desgarro de los ligamentos con desplazamiento de la columna. Esto causa un pellizco de la médula espinal.
El trauma vertebral puede presentar contusión con hemorragia e inflamación de la médula espinal o puede producirse un desgarro de la médula espinal y/o sus raíces nerviosas. Este daño afecta al proceso de transmisión y recepción de mensajes desde el cerebro hacia los sistemas del cuerpo humano, que controlan las funciones sensoriales, motoras y autonómicas, hasta la altura de la lesión.
Los mensajes del cuerpo desde la altura de la lesión hacia abajo no llegan al cerebro. El cerebro tampoco puede enviar mensajes a la parte del cuerpo situada por debajo de la altura de la lesión.
La parte superior al punto donde se ha producido la lesión medular funciona con normalidad, ya que recibe las órdenes del sistema nervioso, que son elevadas al cerebro a través de la médula y del cerebro devueltas a las zonas que dependen de la zona de la médula situada por encima de la lesión.
La parte que corresponde a la misma lesión medular tendrá dañadas, total o parcialmente, las comunicaciones con el cerebro desde la lesión hacia abajo. Sin actividad motora ni sensitiva, lo que se traduce en que, a partir de este punto hacia abajo, el paciente no nota ni mueve su cuerpo. La actividad nerviosa de la parte inferior a la lesión medular estará regida por un control reflejo, dependiente sólo de la propia médula espinal, no del cerebro, como consecuencia de la interrupción de conexiones con el mismo.
¿Cuáles son las operaciones ortopédicas y traumatológicas más frecuentes?
- Laminectomía: Extirpación de una zona de estuche vertebral para ampliar el espacio ocupado por la médula. Indicada en lesiones incompletas que empeoran.
- Artrodesis de columna vertebral: Fijación de dos o más vértebras introduciendo entre ellas injertos de hueso o colocando varas o placas metálicas. Indicada en fracturas y luxaciones inestables, esto es, que no pueden soldarse con la inmovilización.
¿Cuáles son las primeras reacciones emocionales tras sufrir una lesión medular?
No hay una personalidad y/o formas de reaccionar únicas del lesionado medular. Cada individuo, según su personalidad, la cual está en función de su infancia, herencia y medio que le rodea, tendrá una reacción distinta. La lesión rompe el tipo de vida, equilibrio y proyectos que el individuo había establecido, surgiendo la creencia de que la vida, tal como se conoce, no se puede continuar y esto genera tristeza y pensamientos de que es mejor morir a estar en esta situación.
Las primeras reacciones emocionales ante una lesión medular son: ansiedad, angustia y miedo, siendo estas reacciones psicológicas normales y esperadas, frente a cualquier lesión grave que implique secuelas. La persona no tiene expectativas de futuro, no sabe que va a hacer de su vida, y tiene miedo a perder a la persona amada, a que no le amen, a la pérdida de aprobación por parte de los demás, a perder el trabajo, etc. Se produce una pérdida de la autoestima, sentimientos de no valer para nada, de no poder realizar ninguna de las actividades que antes realizaba, sintiéndose desvalorizado ante él mismo y ante los que le rodean.
Otro problema muy importante es la dependencia de otra persona (Fundamentalmente en el tetrapléjico) para las actividades de la vida diaria: Actividades como el aseo, vestido, trabajos, etc., necesitando a esta tanto física como psicológicamente, lo cual le hace sentirse como un niño, que no puede hacer casi nada solo, perdiendo su intimidad e independencia.
Todas estas reacciones de los demás provocan en los lesionados sentimientos de inferioridad, injusticia, discriminación, inseguridad, cobardía, miedo, etc., que le llevan a aislarse de la sociedad e incluso de su entorno. La depresión aparecerá tarde o temprano, ya que sus pérdidas son reales y permanentes; y su intensidad variará desde la tristeza hasta las formas más graves, que incluyen ideas o intentos de suicidio.
¿Qué tipo de aparato ortopédico para locomoción conviene según las posibilidades musculares del lesionado medular?
Si una persona con una lesión medular puede usar sus brazos, pero no tiene función en los cuádriceps, que son los músculos que se encuentran en la parte frontal del muslo y estabilizan la rodilla, se requerirá el uso de un dispositivo largo que se extienda hasta el muslo y se asegure con correas a lo largo de toda la extremidad. Para caminar se fija la rodilla, accionando el mecanismo que la bloquea por un pasador, muelle o resorte. Para sentarse, el parapléjico se deja caer en una silla alta o en la propia silla de ruedas y después suelta el mecanismo que ha accionado para bloquear la articulación.
Si el lesionado medular tiene función en los cuádriceps, sólo será necesario colocar un aparato corto, que se limita a mantener el tobillo en ángulo recto con el pie. Al fijar esta articulación, que no controla, podrá caminar con más facilidad.
Para comentar esta información u otros contenidos, y seguir todas las novedades, puedes hacerlo seleccionando "Me gusta" en Facebook Discapnet y "Seguir" en Twitter Discapnet.
-
Autor(es): Luis Maita, Obra: Lesión medular, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/lesiones-y-heridas/lesion-medular
Copiar