Conoce la hostilidad en este artículo, además descubre la diferencia con otras emociones, que la produce, como procesarla y sus efectos en nuestro cuerpo.
¿Qué es?
La hostilidad es una actitud cognitiva negativa, es decir, gracias a esta emoción nosotros evaluamos a las otras personas de forma negativa, considerándoles causantes de las situaciones agresivas que sufrimos. Involucra estados afectivos (experiencia de ira frecuente e intensa), tendencias conductuales (agresión) y estilos cognitivos (cinismo).
Hay que destacar que la ira, la agresividad y la hostilidad forman una familia emocional, ya que estas emociones están estrechamente relacionadas.
¿Qué diferencia a la hostilidad de otras emociones?
La característica más importante de la hostilidad es que se mantiene en el tiempo y es duradera, se basa principalmente en tres pilares cognitivos:
- Cinismo: Esto es la creencia de que otros actúan egoístamente.
- Desconfianza de algo o de alguien.
- Denigración: Esto es, la valoración de los otros como mezquinos, amorales, peligrosos, etc.
¿Qué nos genera hostilidad?
El desencadenante universal de la hostilidad es el estrés, pero también puede ser el resultado de sentirse amenazado o percibido, una respuesta a situaciones de frustración, relaciones interpersonales negativas o percepciones culturales o sociales.
Estas creencias de que los demás quieren hacernos daño, pueden ser más o menos reales y siempre se anticipa a la situación real.
Otros desencadenantes estudiados son la temperatura y el dolor.
Procesamiento
Las expectativas, atribuciones y creencias de las personas que experimentan sentimientos hostiles pueden influir en su forma de interpretar la información y actuar en consecuencia. Este proceso puede llevar a respuestas agresivas o violentas, lo que puede tener graves consecuencias en las relaciones interpersonales y la salud mental y física de las personas involucradas.
¿Qué determina la intensidad de la hostilidad?
Hay ciertos factores moduladores de esta experiencia emocional. Entre ellos cabe destacar:
- La estabilidad emocional y el nivel de autoestima.
- La desconfianza.
- La normativa social y cultural.
Efectos subjetivos
Los efectos subjetivos más comunes son:
- Los sentimientos de ira.
- Los pensamientos rumiantes.
- Y la creencia generalizada de que los otros nos quieren causar mal.
Efectos físicos
Los efectos físicos que produce la hostilidad, son una prueba más de que esta está muy ligada a la ira, ya que son muy parecidos, sólo que levemente más moderados en intensidad. Entre estos efectos físicos destacan un aumento de la frecuencia respiratoria y de la tensión, con la disminución en la producción de serotonina que genera nuestro cerebro.
Expresión corporal
Es imposible establecer los patrones de la cara de una persona que siente hostilidad. Sólo nos será posible adivinar que un sujeto experimenta hostilidad, cuando además se genera en él/ella la emoción de la ira.
En cuanto al resto del cuerpo destacan los cambios en la voz, ya que bajo el influjo de esta emoción con actitud cognitiva y negativa elevamos la voz, utilizando un lenguaje brusco y en ocasiones malsonante, con regularidad recurrimos a las amenazas verbales.
La hostilidad y los problemas de salud
Se ha demostrado que las personas que son especialmente proclives a experimentar hostilidad, sufren de problemas serios de salud, lo más frecuente es padecer trastornos cardiovasculares. Pero además, las personas hostiles reciben poca aceptación y apoyo por parte de la sociedad, lo que les puede llevar a depresiones y a sentimientos de soledad que normalmente bajan la autoestima.
Glosario
Pensamientos rumiantes: Pensamientos negativos que volvemos a tener una y otra vez.
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Autor(es): Claudia Tecglen, Obra: Hostilidad, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/salud-mental/guia-de-las-emociones/hostilidad
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