El envejecimiento trae consigo cambios significativos en la piel y el cuerpo, influenciados por factores ambientales y medicamentos. A continuación, se presentan recomendaciones para mejorar la higiene personal y el cuidado de la piel en personas mayores.
Higiene corporal
El aseo corporal es esencial para mantener la salud y el bienestar de las personas mayores. Las recomendaciones incluyen:
- Frecuencia de baño: Ducharse o bañarse al menos tres veces por semana.
- Productos adecuados: Usar productos de higiene personal neutros.
- Cuidado al lavar y secar: Lavar y secar la piel con suavidad, prestando especial atención a los pliegues.
Para garantizar un entorno de baño cómodo, seguro y accesible, se sugiere:
- Instalaciones de seguridad: Instalar barras de agarre y bancos de ducha.
- Espacio despejado: Asegurar un espacio suficiente y sin obstáculos.
- Temperatura adecuada: Mantener una temperatura óptima en la habitación.
- Accesibilidad de productos: Tener a mano todos los productos necesarios para el aseo.
Aunque el anciano no pueda asearse por su cuenta, es importante que esté involucrado en su higiene. Durante el baño, la comunicación debe ser constante, explicando cada paso. Además, permitir que el anciano realice las tareas que pueda, ayuda a mantener su independencia y autonomía.
Ventajas de mantener una buena rutina de aseo e higiene
Una buena higiene en la tercera edad ofrece múltiples beneficios, como:
- Prevención de enfermedades e infecciones.
- Aumento de la autoestima y comodidad.
- Mejor estado de ánimo.
- Mayor disposición a socializar.
- Estimulación de la circulación sanguínea.
Estos beneficios se incrementan cuando se combinan con otros hábitos saludables, como el ejercicio y una dieta equilibrada.
Cuidados de la piel
La piel de las personas mayores tiende a adelgazarse y volverse más frágil, lo que aumenta la susceptibilidad a los moretones y las telangiectasias (venitas rojas).
La disminución de la secreción de sudor dificulta la regulación de la temperatura, haciendo que los mayores sean más propensos a enfriarse o acalorarse.
Prevención y cuidado de pieles con manchas
El envejecimiento reduce las defensas del cuerpo, aumentando el riesgo de tumores de piel. Es crucial que los adultos mayores revisen su cuerpo periódicamente para detectar alergias, nódulos o manchas sospechosas.
- Queratósis seborreicas y puntos rubíes: Son comunes y benignos, pero deben monitorearse.
- Queratósis actínicas: Estas manchas rojas y escamosas pueden ser premalignas y deben ser observadas por un dermatólogo.
- Autorrevisión: Realizar una autoinspección mensual, incluyendo la espalda, plantas de los pies y genitales. Consultar al dermatólogo si se detecta algo inusual.
- Protección solar: Usar filtro solar de al menos factor 15. En la playa o la montaña, preferir un factor 20 o 25. El uso de sombreros y gafas solares con filtro UV es esencial para proteger la piel y los ojos.
Higiene bucodental en el anciano
La higiene bucal es especialmente importante en la rutina de aseo de las personas mayores. Limpiarse los dientes después de cada comida previene infecciones, malos olores y problemas en labios y lengua. Las recomendaciones incluyen:
- Pasta de dientes con flúor: Usar pasta de dientes con flúor.
- Hilo dental: Limpiar con hilo dental al menos una vez al día.
Si el mayor tiene una prótesis dental, su limpieza debe ser aún más cuidadosa. Enjuagar la prótesis con agua después de cada comida y limpiar con un cepillo suave y jabón neutro al menos una vez al día. Las visitas regulares al dentista también son esenciales para vigilar problemas como caries, deterioro de encías o disminución de la función salival.
Importancia de una alimentación equilibrada
Una buena higiene debe ir acompañada de una alimentación saludable. Se recomienda una dieta variada, como la mediterránea, adecuada a las necesidades nutricionales del anciano. Las pautas generales incluyen:
- Proporción de nutrientes: Planificar la dieta con un 20% de proteínas y un 55% de hidratos de carbono.
- Hidratación: Ingerir alrededor de dos litros de agua al día.
- Alimentos recomendados: Consumir frutos secos, aceite de oliva virgen, frutas y vegetales frecuentemente.
Baño: uso de jabones y champús
- Piel seca: La piel de las personas mayores suele resecarse, especialmente en invierno. Es vital evitar el uso excesivo de jabones. En su lugar, se pueden utilizar sustitutos como los syndet o jabones suaves de afrecho o avena.
- Duración del baño: Los baños deben ser cortos y con agua tibia. Después del baño, es esencial lubricar la piel con crema hidratante.
- Cabello: Se recomienda lavar el cabello dos veces por semana con un champú suave para evitar la acumulación de células muertas que causan picazón.
- Evitar: El uso de talco y fricciones con colonia debe evitarse.
Cuidados de los pies
Las infecciones por hongos son comunes en los pies y uñas de los adultos mayores y pueden llevar a complicaciones más graves.
- Tratamiento: Hay medicamentos eficaces que deben tomarse durante 3 a 4 meses. No se recomienda gastar en cremas, líquidos ni lacas sin tratamiento oral.
- Prevención: Usar talco antifúngico y calcetines de hilo o algodón, sin costuras que molesten.
Medicamentos y sensibilidad al Sol
Algunos medicamentos como los antidiabéticos, antidepresivos y ciertos antibióticos aumentan la sensibilidad al sol, pudiendo causar manchas rojas o oscuras en la piel.
Consulte a su médico si nota cambios cutáneos al comenzar un tratamiento.
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Autor(es): , Obra: Cómo mejorar la higiene personal en una persona mayor, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/mayores/como-mejorar-la-higiene-personal-en-una-persona-mayor
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