El cáncer de cuello uterino es un tipo de cáncer que se origina en las células del cuello uterino, la parte inferior del útero que conecta con la vagina, y que además es uno de los tipos de cáncer más prevenible, detectable y tratable, siempre y cuando se detecte en un estadio precoz.
Este tipo de cáncer es uno de los más comunes en mujeres a nivel mundial, especialmente en países en vías de desarrollo, pero su incidencia ha disminuido en muchas regiones debido a la implementación de programas de detección y vacunación.
En España el cáncer de cuello uterino también es conocido como cáncer de cérvix, aunque también de le denomina cáncer cervicouterino.
Causas del cáncer de cuello uterino![mujer en ropa interior sosteniendo un dibujo de un útero y vagina en la zona donde lo llevan]()
El principal causante del cáncer de cuello uterino es el virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual viral.
Existen más de 100 tipos de VPH, pero se ha identificado que los tipos 16 y 18 son los responsables de aproximadamente el 70% de los casos de cáncer cervical.
Otros factores de riesgo incluyen:
- Relaciones sexuales sin protección
- Inicio temprano de la actividad sexual
- Tabaquismo
- Múltiples parejas sexuales
- Uso prolongado de anticonceptivos orales
- Antecedentes familiares
Lugares con más tasa de afección
Los países más afectados por esta enfermedad son:
- Malawi: Tasa más alta del mundo con 72,9 casos por cada 100.000 mujeres.
- Zambia, Zimbabwe, Mozambique y Tanzania: Tienen 40 casos por cada 100.000 mujeres.
- Honduras, Bolivia, Guyana y Nicaragua: Los casos rondan los 45 por cada 100.000.
- Brasil, Perú y Uurguay: Los casos están sobre los 28 casos por cada 100.000 mujeres.
- India, Bangladesh, Nepal y Camboya: 38 casos por cada 100.000 mujeres.
- Rumanía y Bulgaria: 25 casos por cada 100.000 mujeres.
- Estados Unidos, Canadá y Australia: 10 casos por cada 100.000 mujeres.
- España: 7 casos por cada 100.000 mujeres.
Síntomas
La mayoría de las veces no produce ningún síntoma hasta llegar a etapas avanzadas, por lo que resulta indispensable el control periódico por un ginecólogo.
A medida que la enfermedad avanza, los síntomas que se detectan son::
- Sangrado vaginal intermitente sin relación con el ciclo menstrual
- Dolor pélvico
- Leucorrea o flujo vaginal sanguinolento
- Dolor en flancos o piernas, por un mecanismo de compresión de estructuras nerviosas
- Flujo vaginal inusual
- Molestias y/o sangrado al orinar y sangrado rectal
- Dolor en las relaciones sexuales
Diagnóstico
Este tipo de cáncer es más fácilmente detectable que otros tipos de tumores como, por ejemplo, el cáncer de mama.
En un primer momento diagnóstico, no requiere pruebas complementarias de imagen, como TAC o radiografías, ni biopsia. Basta una sencilla prueba en la que el ginecólogo puede raspar el interior del cuello uterino y analizar las células utilizando un microscopio.
Se realiza mediante:
- Papanicolau: Permite detectar células precancerosas o cambios anormales en las células del cuello uterino.
- Prueba de VPH: Detecta la presencia de los tipos de VPH de alto riesgo que pueden causar cáncer cervical.
Tratamiento
El tratamiento del cáncer de cuello uterino depende del estadio en que se diagnostique la enfermedad.
Puede incluir una combinación de los siguientes enfoques:
- Cirugía: La histerectomía es común en las etapas tempranas
- Radioterapia: Utiliza rayos de alta energía para destruir células cancerosas.
- Quimioterapia: En casos avanzados, se utiliza para atacar células cancerosas en todo el cuerpo o para mejorar la eficacia de la radioterapia.
- Inmunoterapia: Se usan en casos avanzados y en tipos específicos de cáncer cervical.
Prevención![representación de un aparato reproductor femenino sostenido por unas manos de una doctora]()
La prevención del cáncer de cuello uterino es la herramienta más importante en la lucha contra este tipo de neoplasia.
Esto significa que para países con un menor desarrollo del sistema sanitario, es más complejo de tratar y de prevenir.
- Difícil acceso a los servicios de salud gratuitos en países en vías de desarrollo.
- En muchas sociedades la mujer no controla sus relaciones sexuales.
- Experiencias negativas con profesionales de la salud.
- El temor a resultados, como la falta de información de procedimientos, puede evitar que la mujer haga sus pruebas periódicas.
- Acudir al médico, para realizar las citologías periódicas
