La educación sexual es importante porque trata una parte más de la vida de las personas. El conocerlo y tratarlo de forma normalizada hace que la sexualidad favorezca el desarrollo humano.
La sexualidad es una parte más de la vida de las personas, y vivirla como algo sano y normalizado favorece el desarrollo tanto afectivo como físico del ser humano.
Existen muchas ideas preconcebidas y mitos acerca de la sexualidad en las personas con discapacidad; falsas creencias que conviene desmontar para dar un paso más adelante en el reconocimiento de estas necesidades y ámbitos de desarrollo personal entre los hombres y mujeres diferentes en sus funcionamientos.
Educación Sexual en el Día Europeo de la Salud Sexual
TopDoctors en un estudio, con motivo del 14 de febrero, Día Europeo de la Salud Sexual, ha puesto de manifiesto que el sexo no tiene edad ni la intensidad y duración de las sensaciones experimentadas dependen del género. Todo depende de los individuos.
Diferentes estudios, según apunta esta plataforma online de especialistas sanitarios, han demostrado que las relaciones sexuales y, sobre todo, experimentar orgasmos, son beneficiosas para la salud. “El sexo ayuda a mejorar el sistema inmune al aumentar el número de anticuerpos y, al mismo tiempo, a prevenir la aparición de enfermedades como el cáncer de próstata o patologías cardiacas. También para la mente tiene importantes ventajas al reducir el estrés, aliviar el dolor o ayudar a conciliar mejor el sueño” afirma el Dr. Aleix Comas sexólogo en el Institut Barcelona de Psicología y Sexología, centro miembro de Top Doctors.
Para facilitar el tratamiento de este tema, que para muchas personas resulta muy complejo, se pueden establecer algunas ideas o pautas de actuación que faciliten el afrontamiento de las situaciones que se generan de manera más habitual, de ello trata la educación sexual
Acerca del sexo existen en general muchos tabúes, pero si además lo relacionamos con las personas con discapacidad surgen un millón de mitos a desmontar.
Falsas creencias sexuales
De qué falsas creencias hablamos:
- Las personas con discapacidad no tienen deseos sexuales.
- Las dificultades físicas impiden la practica de sexo
- Las personas con discapacidad no resultan atractivas sexualmente
- Es mejor no despertar el interés sexual en las personas con discapacidad porque son inocentes.
- Realizar el coito es la actividad sexual más importante.
Es evidente que las características particulares de cada persona condicionan la manera en que pueden desarrollar cualquier tipo de actividad. El sexo es una de ellas. Pero eso sólo significa que cada uno/a de nosotro/as tendrá su particular modo de disfrutar y vivir sus relaciones sexuales.
Todos/as tenemos derecho explorar y conocer nuestro cuerpo, a mantener relaciones sexuales de la manera que nos resulte más adecuada, a tener pareja si lo deseamos, a disfrutar de nuestra intimidad y a recibir información sobre ello si lo precisamos.
Todos y todas tenemos deseos sexuales porque es algo inherente al ser humano, da igual nuestra condición. Nosotros/as somos los/as que debemos decidir dónde están los límites y las alternativas. Quizás el secreto está en no ceñirnos siempre a lo convencional y crear nuestra manera particular de funcionar.
Las personas con discapacidad tienen las mismas posibilidades y el derecho a vivir una parte más de su desarrollo como persona, la misma capacidad de seducir y ser atractivo/a. Y por supuesto no necesitan que nadie les despierte el interés sexual, porque su cuerpo y su mente ya se encargarán de hacerlo si ayuda. Como decimos hay que desterrar esos mitos y falsas creencias sexuales porque no son ciertas.
Desde el punto de vista fisiológico la sexualidad de un persona con discapacidad no es diferente a la de cualquier otra persona, es simplemente que sus características individuales, su historia y su forma de comportamiento condiciona de un modo u otro su sexualidad. En definitiva a cada uno/a nos condicionan nuestras circunstancias y algunos factores condicionantes llegan a influir en nuestra sexualidad.
Los factores condicionantes que a continuación vamos a desarrollar son algunos de los que dificultan el desarrollo pleno de la sexualidad en algunas personas con discapacidad.
Es evidente que no todas las personas se pueden sentir identificadas con lo que aquí se describe; la gran diversidad de casos y de circunstancias personales y sociales hace imposible enumerar cada particularidad. Sólo se pretende que reflexionemos acerca de lo que podemos hacer para ayudar a nuestra gente y a nosotro/as mismo/as; pararnos a pensar si hay algo que podamos mejorar y analizar nuestro propio entorno.
Dificultad para socializar
Es bastante habitual que las personas con discapacidad tengan más dificultad de acceso a una vida totalmente como se quiere tener en la que se pueda socializar fácilmente (aunque para eso estamos aquí, para dar pautas y conseguir una integración plena).
Si hay más problema para la relación con iguales, hay más problemas para poder tener vida sexual.
Además se da la circunstancia que en determinados casos es más que complicado que la persona tenga su propio espacio, sus momentos de intimidad. Hay personas que permanentemente están acompañadas por familiares, cuidadores o personal profesional. Es obvio que eso impide en gran medida satisfacer las necesidades sexuales dela persona.
Un entorno familiar sobreprotector
En ocasiones es difícil que la familia entienda que las necesidades son para todo/as igual. El intento bien intencionado de cuidar de la persona se convierte en un inconveniente. Limita las posibilidades de relacionarse normalmente con iguales por miedo a peligros que muchas veces no son tales.
Sobre todo en los casos de personas con retraso mental existe una gran resistencia por parte de la familia a que se formen parejas.
Menor autonomía
Dependiendo de los casos hay personas que necesitan estar permanentemente acompañadas.
Falta de referentes iguales (un espejo donde mirarse)
Las personas con discapacidad tienen quizás menos posibilidad de tener un modelo en el que fijarse, del que aprender ciertas conductas y con el que guiarse. Sus referentes son su entorno y lo que los medios de comunicación muestran y no personas con una idiosincrasia parecida.
Falta de educación sexual
No sólo hacen falta modelos sino educación al respecto, como en todos los ámbitos de la vida. Este es uno más en el que también hay que incidir ya que el desarrollo de una sexualidad sana tiene mucho que ver con un desarrollo personal íntegro y saludable; tiene que ver con la felicidad y el desarrollo pleno.
Prejuicios sociales
En ocasiones es la propia sociedad la que presenta ciertas reticencias a la hora de plantearse relaciones con personas con dificultades de movilidad.
En general es fácil que se tienda a pensar que el sexo son sólo determinadas conductas sexuales como el coito u otras. Eso implica que muchas personas quedaría excluidas de toda actividad sexual. Si abrimos el abanico de posibilidades a la hora de tener relaciones sexuales no existirían limitaciones para nadie. El hecho de necesitar una silla de ruedas por ejemplo no significa no poder tener una sexualidad satisfactoria con uno/a mismo/a o con la pareja.
Lo que aquí se pretende es dar una serie de pautas básicas para tener una vida sexual sana dirigidas tanto para las personas con algún tipo de discapacidad como para las personas que les rodean.
La idea es que cada cual acate la parte de responsabilidad que le toca a la hora de vivir y dejar vivir una sexualidad lo más sana posible.
Pautas claves para una vida sexual sana
Algunos de estos aspectos que tenemos que tener siempre en cuenta en nuestra vida son estos:
- Respeto a la intimidad para todas las personas.
- Educación sexual para todo/as.
- Superación de prejuicios.
- Socializar y relacionarse con otras personas aunque a veces cueste.
- No descuidar nuestra autoestima y querernos por encima de todo.
- Saber que en las relaciones de pareja se puede ir más allá de la genitalidad.
- Conocernos muy bien a nosotro/as mismo/as.
- Permitirnos disfrutar.
Aprender a respetarnos y redescubrirnos si es necesario.
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Autor(es): , Obra: Educación Sexual, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/salud-mental/relaciones-interpersonales/educacion-sexual
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