El concepto de vida cotidiana se refiere a las acciones que una persona desarrolla diariamente, como despertarse, comer, irse a dormir, lavar la ropa o limpiar la casa, pero también se incluyen actividades que varían según la situación de cada persona. Sin embargo, independientemente de las diferencias individuales, todas las personas tienen el derecho a una autonomía personal.
Estas rutinas pueden presentar ser un desafío para personas con discapacidad y por eso es importante abordar estos desafíos desde la accesibilidad para promover la inclusión y la igualdad de oportunidades.
La Ley 13/2014 de accesibilidad, establece claramente la responsabilidad de los proveedores de servicios públicos de garantizar la accesibilidad para todos los usuarios. Esto implica proporcionar información en una variedad de formatos, como la lectura fácil o el Braille, para satisfacer las necesidades específicas de cada persona.
Por una vida cotidiana accesible
En la actualidad, estamos presenciando avances significativos en la eliminación de barreras arquitectónicas, de comunicación y sensoriales, que antes impedían el acceso completo a una variedad de servicios.
Por ejemplo, cada vez más restaurantes, tiendas y servicios de emergencia están adoptando medidas para garantizar la accesibilidad para personas con discapacidad, lo que permite todas las personas puedan disfrutar de una vida cotidiana más inclusiva.
