La llamada revolución neolítica transforma a los hombres, de nómadas cazadores, en agricultores y ello implica el asentamiento en un lugar concreto y el agrupamiento de la población.
Aunque no existen datos fiables, algunos expertos calculan que, hace 10.000 años, la población de la tierra no superaba los diez millones de habitantes. A partir de que, en las riberas del Eúfrates y el Tigris, se situasen las primeras poblaciones, el censo de habitantes del planeta ha sufrido incrementos y disminuciones, hasta que, a partir del siglo XX, no ha dejado de crecer.
El primer intento conocido de censar la población es el llamado Domesday Book ejecutado por orden del rey Guillermo I de Inglaterra en 1086 y que pretendía recoger, no el número de habitantes, sino los "fuegos"; es decir, los hogares existentes con un propósito fiscal. En la Navidad de 1085 envió delegados por toda Inglaterra para averiguar las propiedades de cada hogar.
Datos población
Las estimaciones sobre población de la tierra empiezan a tomar una cierta exactitud a partir del siglo XIX y con los datos de la ONU podemos ver la progresión del crecimiento:
- 2021 - Población total en millones, 7875 según los datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)
- 2020 - 7684 millones de habitantes según el World Fact Book de la CIA.
- 2019 - 7700 millones de habitantes según el ultimo informe demográfico de las Naciones Unidas.
También Naciones Unidas hizo una previsión de crecimiento para los próximos años:
- 2021 – 8.000 millones de habitantes.
- 2035 – 9.000 millones de habitantes.
- 2054 – 10.000 millones de habitantes.
- 2093 – 11.000 millones de habitantes.
Siguiendo los datos manejados por Naciones Unidas, debemos advertir que el crecimiento poblacional no es igual para todo el planeta existiendo diferentes ritmos de crecimiento o decrecimiento según el grado de desarrollo de los países.
En las últimas décadas se ha frenado el crecimiento en los países más desarrollados siendo, su índice de fecundidad inferior a 1. Este índice (indica el número de hijos por mujer fértil) debiera ser, al menos de 2.1. para asegurar el relevo generacional. Las pirámides de población de estos países presentan un estrechamiento en sus bases y unas cimas demasiado anchas lo que, de un solo golpe de vista nos indica que estamos ante una población envejecida.
La media mundial de la relación entre menores de 15 años y mayores de 64 es de 32/6; en Europa es de 19/14.
En la otra cara de la moneda situamos a los países menos desarrollados donde está dándose el 90 por ciento del crecimiento de la población mundial con índices de fecundidad entre 2.6 y 6.
Pero no en todos los países del área menos desarrollada se mantienen las mismas constantes a efectos de la natalidad. En África los índices son más elevados con un 5.8 de media. En Asia han ido disminuyendo en los últimos años y se han situado en parámetros del 2.5. El desarrollo vivido en los últimos años ha acercado a China, Tailandia o Corea a índices propios de Occidente e incluso Japón y Corea del Sur ya están por debajo de estos con tasas inferiores al 2.1. que constituye la estimada para renovación generacional.
A efectos del sostenimiento alimenticio de la población y su consiguiente crecimiento, los expertos aseguran que la Tierra es capaz de generar alimentos para un número de habitantes cercano a los 15.000 millones. Otra cuestión será el reparto de los recursos para que lleguen por igual a todos los habitantes del planeta.
