Cómo la precariedad laboral afecta la salud mental

La precariedad laboral es una realidad alarmante en España que afecta la estabilidad emocional y mental de millones de trabajadores. 

Según el Informe PRESME, elaborado por una Comisión de expertos a petición del Gobierno de España, las condiciones laborales precarias no solo son un problema económico, sino que también generan graves consecuencias psicológicas.

Este artículo explora cómo la precariedad laboral afecta la salud mental y qué se puede hacer al respecto.

¿Qué es la precariedad laboral?

La precariedad laboral se ha convertido en un fenómeno estructural en España. Según datos del informe, más del 46,9% de los asalariados están en situación de precariedad. Esto significa que casi la mitad de la población trabajadora está expuesta a contratos temporales, bajos salarios y condiciones laborales insostenibles, lo que genera inseguridad sobre el futuro.

¿Cómo afecta la precariedad laboral a la salud mental?

Trabajar en condiciones precarias no solo afecta a nivel económico, sino también a la salud mental. Los trabajadores en empleos inestables están expuestos a altos niveles de ansiedad, estrés crónico y depresión. El informe revela que un 5,8% de la población adulta en España sufre ansiedad crónica, y otro 5,3% padece depresión. Estos porcentajes son significativamente más altos entre los trabajadores que enfrentan la incertidumbre constante de perder su empleo.

La relación entre precariedad y salud mental se evidencia en tres factores clave:

• Inseguridad laboral: Los trabajadores con contratos temporales o parciales sienten una constante amenaza de despido, lo que genera un estado de ansiedad crónica.
• Bajos salarios: La imposibilidad de cubrir las necesidades básicas afecta el bienestar mental, aumentando el riesgo de depresión y estrés.
• Falta de control: La sensación de no tener control sobre las condiciones de trabajo lleva al agotamiento emocional y a una mayor vulnerabilidad psicológica.

Grupos más afectados: ¿Quiénes son los más vulnerables?

No todos los grupos sociales son afectados de la misma manera por la precariedad laboral. Según el informe, las mujeres, los jóvenes y los migrantes son quienes más sufren estas condiciones. Las mujeres, en particular, suelen ocupar empleos en sectores feminizados como el de cuidados o limpieza, donde las condiciones laborales precarias son comunes. 

Además, la brecha salarial agrava esta situación: las mujeres ganan un 20,9% menos que los hombres, y la precariedad laboral es más común entre ellas.

Otro grupo particularmente vulnerable son los jóvenes. En un mercado laboral donde los contratos temporales y a tiempo parcial son predominantes, los jóvenes encuentran cada vez más difícil planificar su futuro. Según el informe, los menores de 30 años son los más afectados por la temporalidad y la falta de oportunidades laborales estables.

Consecuencias psicológicas: Estrés, ansiedad y depresión

Las consecuencias de la precariedad laboral en la salud mental son múltiples. Entre las más comunes se encuentran:

• Estrés crónico: El miedo constante a perder el empleo o a no poder pagar las facturas crea un estado de estrés continuo que puede llevar a problemas físicos como trastornos cardiovasculares.
• Ansiedad y depresión: La falta de estabilidad laboral contribuye a un estado emocional negativo. Según el informe, el 5,3% de la población sufre depresión, especialmente aquellos en situación de desempleo o con empleos temporales.
• Fatiga emocional: Trabajadores precarios suelen estar sujetos a largas jornadas o a la disponibilidad constante, lo que genera agotamiento físico y mental.

Comparativa internacional: Un problema más grave en España

La precariedad laboral en España es más preocupante que en otros países europeos. Mientras que países como Suecia dedican el 3,2% del PIB a servicios de cuidados que garantizan una mayor estabilidad laboral, en España la cifra es solo del 0,75%. Esta falta de inversión en protección social y empleos estables agrava la situación de muchos trabajadores.

¿Qué soluciones existen? 

El Informe PRESME no solo diagnostica el problema, sino que también propone soluciones para combatir la precariedad laboral y sus efectos en la salud mental. Entre las principales recomendaciones están:

• Nuevo estatuto del trabajo: Reformar las leyes laborales para garantizar salarios justos, reducción de la jornada laboral y empleos más seguros.
• Mayor protección social: Ampliar las prestaciones sociales y garantizar un ingreso mínimo a aquellos en situación de vulnerabilidad. Se propone implementar una renta básica universal como medida de apoyo.
• Fortalecer la atención a la salud mental: Es fundamental mejorar el acceso a servicios de salud mental, especialmente para aquellos en situaciones laborales precarias. Un sistema sanitario fuerte, con especial atención a la salud mental, es clave para mitigar los efectos negativos de la precariedad.

¿Qué puedes hacer si sufres precariedad laboral?

Si te encuentras en una situación laboral precaria y estás experimentando problemas de salud mental, hay algunos pasos que puedes tomar para proteger tu bienestar:

• Busca apoyo psicológico: Hablar con un profesional de la salud mental puede ayudarte a manejar el estrés y la ansiedad.
• Infórmate sobre tus derechos: Participar en sindicatos o asociaciones de trabajadores te permitirá conocer tus derechos y acceder a recursos que te protejan en tu entorno laboral.
• Mejora tu formación: Aprovecha oportunidades de formación para mejorar tu empleabilidad y tener acceso a mejores empleos en el futuro.