Microplásticos en la comida: ¿qué son y cómo afectan tu salud?

Los microplásticos en la comida han invadido nuestra cadena alimentaria, infiltrándose en los alimentos que consumimos a diario. Desde el pescado hasta el agua embotellada, estas diminutas partículas de plástico están en todas partes. Aunque invisibles a simple vista, pueden tener efectos perjudiciales en nuestra salud.  

En este artículo, descubrirás qué son los microplásticos, cómo llegan a la comida, el impacto potencial en tu salud y algunas recomendaciones para reducir tu exposición.

¿Qué son los microplásticos y cómo llegan a la comida?

Los microplásticos son pequeños fragmentos de plástico, de menos de 5 mm, que provienen de la degradación de productos más grandes como botellas, bolsas y textiles sintéticos. También pueden generarse directamente como partículas diminutas usadas en productos como exfoliantes faciales o pastas de dientes. Estos microplásticos llegan al medio ambiente a través de la basura, el lavado de ropa sintética o la degradación de artículos plásticos.

Además, las partículas que se encuentran en la atmósfera pueden asentarse en cultivos y fuentes de agua, lo que facilita su ingreso a la cadena alimentaria. Estudios recientes, como los realizados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), subrayan la necesidad de un monitoreo constante de estos contaminantes en alimentos y bebidas.

Impacto en la salud humana

Si bien los estudios han detectado la presencia de microplásticos en varios tejidos humanos, las implicaciones exactas para la salud aún no están completamente claras. 

Algunas investigaciones, como las publicadas por la FAO y la EFSA, sugieren que los microplásticos pueden liberar productos químicos tóxicos como bisfenoles, ftalatos y metales pesados dentro del organismo. Estos compuestos pueden afectar el sistema endocrino, generando posibles alteraciones hormonales, infertilidad y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer.

Sin embargo, aunque hay indicios de que los microplásticos pueden causar inflamación y estrés oxidativo, la comunidad científica aún no ha llegado a un consenso definitivo sobre su relación directa con enfermedades crónicas, como las cardíacas y problemas digestivos. Como destacó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe de 2023, se necesitan más investigaciones a largo plazo para comprender mejor los riesgos.

Alimentos con mayor cantidad de microplásticos

Diversos estudios han identificado ciertos alimentos que contienen mayores concentraciones de microplásticos, debido a factores como su entorno natural, métodos de procesamiento o empaques. 

A continuación, se enumeran algunos de los alimentos más propensos a contener microplásticos:

• Mariscos (especialmente mejillones y ostras): Los mariscos filtran grandes cantidades de agua para alimentarse, lo que aumenta la probabilidad de ingerir microplásticos presentes en el océano. Según estudios, los mejillones pueden contener entre 0,2 y 0,6 microplásticos por gramo.
• Pescado (como el bacalao y el arenque): Los peces ingieren microplásticos al alimentarse en aguas contaminadas. Estos plásticos pueden acumularse en el tracto digestivo, lo que plantea un riesgo cuando se consumen productos procesados de pescado.
• Sal marina: La sal marina es especialmente vulnerable a la contaminación por microplásticos debido a la evaporación del agua de mar contaminada. Investigaciones recientes han encontrado hasta 600 partículas de microplásticos por kilogramo de sal.
• Agua embotellada: Algunas marcas de agua embotellada contienen microplásticos debido al contacto con el plástico del envase. La cantidad puede variar, pero se han detectado hasta 10 partículas por litro.
• Miel: La miel puede contener microplásticos debido a la contaminación ambiental y al contacto con envases plásticos durante su procesamiento y almacenamiento.
• Cerveza: Un estudio encontró que algunas marcas de cerveza contienen hasta 30 microplásticos por litro, probablemente debido al uso de agua contaminada en el proceso de producción.

Cómo reducir la exposición a microplásticos en la comida

Aunque es difícil evitar completamente la exposición a microplásticos, hay algunas medidas que puedes tomar para reducir el riesgo:

• Utiliza filtros de agua certificados: Al elegir filtros, busca aquellos que han sido probados para eliminar partículas menores de 5 micrómetros. Los sistemas de filtrado por ósmosis inversa han demostrado ser más efectivos en este sentido.
• Compra alimentos a granel: Adquiere productos sin embalajes de plástico para reducir la posibilidad de contaminación durante el procesamiento y almacenamiento.
• Prefiere pescado de origen sostenible: Alimentos provenientes de aguas menos contaminadas tienen menor probabilidad de contener microplásticos.
• Reduce el consumo de mariscos: Limitar la ingesta de mariscos puede disminuir la exposición a microplásticos, sobre todo en zonas muy contaminadas.
• Evita los plásticos desechables: Usa productos reutilizables, como botellas y bolsas de tela, para contribuir a la reducción de residuos plásticos en el medio ambiente.
• Lava frutas y verduras: Aunque no todos los microplásticos pueden eliminarse al lavar los alimentos, esta práctica puede reducir la contaminación superficial.

Impacto en los ecosistemas y la cadena alimentaria

El impacto de los microplásticos no se limita a la salud humana. Estos contaminantes afectan tanto a los ecosistemas terrestres como a los marinos.

Según un estudio de 2023 publicado en Science, los microplásticos interfieren con la fauna marina a través de la bioacumulación. Este proceso afecta la fisiología de peces y otros organismos acuáticos que, eventualmente, son consumidos por los humanos.

A medida que subimos en la cadena alimentaria, la bioacumulación aumenta la concentración de microplásticos en los organismos. Esto expone a los seres humanos a niveles más altos de estos contaminantes a través de los productos del mar.

Además, muchos de estos productos vienen en envases de plástico que pueden liberar sustancias tóxicas en los envases, lo que agrava aún más el problema.

Alternativas sostenibles: productos sustitutos libres de microplásticos

Es posible adoptar productos y hábitos más sostenibles que minimicen la exposición a microplásticos en la vida diaria. Aquí tienes una lista de alternativas:

• Sal de manantial o sal del himalaya, en lugar de sal de mar.
• Cepillo de dientes de bambú en lugar de cepillo de dientes de plástico.
• Fibras naturales (algodón, lana, cáñamo) en lugar de fibras sintéticas (poliéster, nylon).
• Botellas de vidrio o acero inoxidable en lugar de botellas de plástico.
• Cuchillas de afeitar reutilizables de acero en lugar de desechables de plástico.
• Paños de tela de algodón en lugar de toallas de papel.
• Envoltorios de cera de abeja en lugar de plástico para alimentos (film transparente).
• Jabones en barra naturales en lugar de jabones líquidos en botellas plásticas.
• Bolsas de algodón reutilizables en lugar de bolsas de plástico.
• Tazas de cerámica o vidrio en lugar de vasos de plástico desechables.
• Pajitas de acero inoxidable, bambú o vidrio en lugar de pajitas de plástico.
• Cepillos para el cabello de madera en lugar de los de plástico.
• Tapas de silicona reutilizables en lugar de envolturas de plástico.
• Platos y cubiertos de acero, madera o bambú en lugar de utensilios desechables de plástico.
• Bolsas de papel o de tela encerada en lugar de bolsas de plástico para congelar o almacenar alimentos.
• Detergentes ecológicos en polvo en lugar de detergentes líquidos en envases de plástico.
• Esponjas de cocina de fibra natural o cáñamo en lugar de las tradicionales sintéticas.
• Filtros de café de acero o tela en lugar de filtros de café de un solo uso con componentes plásticos.