Es un tema que a menudo genera confusión. Sin embargo, déjame aclararte que ambos términos son correctos y se refieren al mismo procedimiento médico.
La mastografía es simplemente la versión en español de la mamografía, que es la adaptación del inglés "mammography."
¿Qué es una mamografía?
La mamografía es un estudio de rayos X crucial en la salud de la mujer, especialmente a partir de los 40 años, aunque en ciertos casos se realiza antes, aconsejado por el médico, como en situaciones con antecedentes familiares o condiciones particulares que requieren una vigilancia temprana.
El propósito principal de este estudio es detectar de manera precoz cualquier anormalidad en las mamas que pueda ser un indicio de cáncer de mama.
¿Cómo se logra esto? A través de la identificación de cambios o irregularidades en el tejido mamario, la detección de nódulos o masas que no son palpables durante el examen físico.
¿Cómo se realiza el estudio de mastografía?
El procedimiento consiste en tomar dos radiografías de cada mama, una desde un ángulo lateral y la otra desde arriba hacia abajo.
Una vez obtenidas las imágenes, se evalúa si la mamografía es normal o anormal. Cuando se considera normal, significa que no se han detectado anomalías o que solo se observan imágenes benignas, lo que reduce al 0% la probabilidad de cáncer de mama.
Sin embargo, en el caso de una mamografía anormal, hay dos posibilidades. Por un lado, el resultado puede considerarse benigno debido a la presencia de ganglios, calcificaciones o fibroadenomas.
Por otro lado, existe la posibilidad de un resultado maligno, lo que sugiere características altamente sospechosas de cáncer de mama, que deben confirmarse mediante una biopsia mamaria o estudios complementarios recomendados por el oncólogo.
Ahora bien, ¿qué revelan exactamente los resultados de una mamografía?
Resultado de mamografía: Informe Bi-rads
Los informes se basan en un sistema de valoración estandarizado llamado Bi-rads, que consta de 7 categorías:
- Categoría 0: En este caso, la radiografía no proporciona suficiente información para determinar si existe una patología. Si hay sospechas, se requerirán evaluaciones adicionales a través de otros estudios
- Categoría 1: Aquí no se detecta malignidad ni ganglios ni calcificaciones. Esto se considera una mamografía completamente normal.
- Categoría 2: Se excluye la malignidad, pero se encuentran hallazgos benignos como ganglios.
- Categoría 3: Aunque no se detecta malignidad, se sugiere un seguimiento en seis meses.
- Categoría 4: Los resultados son ambiguos y se necesita una biopsia confirmatoria para obtener un diagnóstico definitivo.
- Categoría 5: Se sospecha una alta probabilidad de malignidad y se requiere una biopsia confirmatoria urgente.
- Categoría 6: La malignidad se ha confirmado mediante una biopsia.
Ecografía mamaria después de una mamografía
Tener mamas densas es algo bastante común y no debería preocuparte en exceso. Sin embargo, es esencial comprender que esto puede dificultar la interpretación de tus mamografías por parte de tu médico.
Imagina que, tras someterte a una mamografía, tu ginecólogo nota que tus mamas tienen una densidad considerable. En este caso, es posible que te recomienden realizar una ecografía mamaria adicional para obtener una visión más clara de tus tejidos mamarios. Es importante tener en mente que la ecografía no debe considerarse un reemplazo de la mamografía, sino más bien un complemento.
La densidad mamaria se refiere a la cantidad de tejido fibroso presente en las mamas en comparación con el tejido graso. Cuando tus mamas son densas, tienen menos grasa y más tejido fibroso. Esta abundancia de tejido fibroso puede dificultar la lectura de la mamografía, ya que tiende a crear imágenes más opacas. Por esta razón, se suele recomendar la realización de ecografías mamarias de forma anual en casos de mamas con densidad radiológica.
Al recibir los resultados de tu mamografía, es fundamental que el informe incluya una evaluación de la densidad de tus mamas. Esto se realiza utilizando el sistema Bi-rads, que clasifica la densidad en cuatro categorías que van desde mamas predominantemente grasas hasta mamas extremadamente densas, con poco tejido graso y mucho tejido fibroso. En el caso de mamas densas, existe un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Para obtener una visión más completa de tu salud mamaria, es importante comparar las mamografías actuales con las anteriores. Esto ayuda a detectar cualquier cambio que pueda haber ocurrido recientemente en tus tejidos mamarios, lo que es crucial para un diagnóstico preciso.
Sin embargo, en algunas situaciones, tanto la ecografía mamaria como la mamografía pueden no proporcionar resultados definitivos. En tales casos, se recurre a una resonancia magnética mamaria (RMN) en combinación con un agente de contraste para obtener una evaluación más precisa de tus mamas y cualquier posible anomalía.
