El metabolismo de los lípidos es un proceso fundamental en nuestro cuerpo que regula la producción y utilización de las grasas. Sin embargo, cuando este proceso se ve alterado, pueden surgir trastornos del metabolismo de los lípidos, que pueden tener repercusiones graves para la salud.
Descripción de los trastornos del metabolismo de los lípidos:
Al hablar de trastornos del metabolismo de los lípidos se habla de un desequilibrio o disfunción en el proceso de descomposición, transporte y almacenamiento de los lípidos en el cuerpo.
Esto puede manifestarse de diferentes maneras, como niveles anormales de colesterol, triglicéridos elevados, alteración en la composición de lipoproteínas o problemas en la síntesis y degradación de los lípidos. Un metabolismo lipídico alterado puede influir en la salud cardiovascular, el control del peso, la función hormonal y otros aspectos del organismo.
De acuerdo a la cantidad de grasa en sangre se pueden diferenciar entre trastornos por exceso y por defecto:
Hiperlipidemias
Las hiperlipidemias se definen como un aumento en la concentración de lípidos en el plasma sanguíneo, estas son parte de los trastornos del metabolismo de los lípidos.
Cuando hablamos de cifras, resulta siempre muy arbitrario, pues depende de muchos factores como la edad, el sexo, etc.
En principio, consideramos entre los diferentes tipos de trastornos del metabolismo de los lípidos:
- Hipercolesterolemia (aumento de las cifras de colesterol): más de 200 mg/dl con cifras de triglicéridos por debajo de 200 mg/dl.
- Hipertrigliceridemia: más de 200 mg/dl con cifras de colesterol por debajo de 200 mg/dl.
- Si encontramos aumentadas ambas cifras, hablamos de hiperlipidemia mixta.
El aumento de colesterol en sangre aumenta la frecuencia de infarto de miocardio, e infarto cerebral, que disminuyen al disminuir el colesterol sanguíneo. En concreto, la responsable es la fracción del colesterol de baja densidad (LDL).
El colesterol que se absorbe en el intestino proviene de la dieta, por un lado, y de la fabricación hepática y transformación en ácidos biliares, por otro. Pasa a la sangre en forma de partículas junto con fosfolípidos y distintas proteínas, distinguiéndose partículas de distintas densidades. Estas partículas transportan el colesterol hasta los tejidos.
La LDL es la principal partícula que descarga el colesterol en las paredes de las arterias, contribuyendo a la formación de las placas de ateroma. La partícula de alta densidad o HDL, por el contrario, transporta el colesterol desde los tejidos al hígado, con un importante efecto protector de aterosclerosis. El colesterol alto multiplica el riesgo de problemas cardiovasculares si se asocia a hipertensión, tabaco, diabetes mellitus, obesidad, edad avanzada o antecedentes familiares cardiovasculares.
Hipolipidemias
La disminución de lípidos en sangre suele estar asociada a otras enfermedades como el hipotiroidismo, malnutrición, malabsorción gastrointestinal y anemia. También puede encontrarse en el rango bajo de la normalidad, no teniendo significación clínica por sí misma.
Otros raros trastornos del metabolismo de los lípidos son la xantomatosis cerebrotendinosa y la sitosterolemia.
Tipos y síntomas de los trastornos del metabolismo lipídico:
Hiperlipidemias:
- Los niveles aumentados de Colesterol y otros tipos de lípidos, como tal, cursan habitualmente de forma asintomática, pero las alteraciones en los lípidos se han demostrado relacionadas con enfermedades cardiovasculares.
- Hiperlipidemias hereditarias.
- Hipertrigliceridemia de herencia autosómica recesiva (hiperlipoproteinemia tipo I). Cursa con episodios de dolor abdominal, pancreatitis, y depósitos grasos en la piel (xantomas).
- Hipercolesterolemia familiar por deficiencia del receptor de las LDL (Hperlipoproteinemia tipo IIa). Cursa con arteriosclerosis coronaria prematura, y xantomas.
- Hiperlipidemia combinada (Tipo IIb). Hay aumento de colesterol y triglicéridos.
- Disbetalipoproteinemia (Tipo III). Cursa con xantomas y arteriosclerosis precoz.
- Hipertrigliceridemia familiar (Hiperlipidemia tipo IV). Cursa con obesidad, hiperglucemia y arteriosclerosis.
- Hipertrigliceridemia mixta (Tipo V). Se asocia a obesidad, hiperglucemia y hiperuricemia.
- Déficit de lecitina colesterol acil transferasa. Cursa con problemas hepáticos, renales, oculares, anemia y arteriosclerosis acelerada.
Hipolipidemias
En la hipobetalipoproteinemia la LDL está disminuida, no hay clínica; en la abetalipoproteinemia (síndrome de Bassen-Korzweig) o acantocitosis, hay retraso mental y heces grasas, entre otros; y en la enfermedad de Tangier o analfalipoproteinemia hay descenso de HDL, polineuropatía y depósitos de colesterol en hígado y bazo.
¿Qué le preguntará su médico?:
Hiperlipidemias:
- Una predisposición familiar, (poligénica, no se encuentra una alteración enzimática única), asociado a una dieta incorrecta y un deficiente ejercicio físico, son los tres pilares de la mayoría de las hipercolesterolemias.
- El equilibrio entre LDL y HDL se rompe a favor del primero, cuando la dieta es rica en colesterol y ácidos grasos saturados, y cuando se consume un exceso de calorías. A veces se suma la toma de fármacos o alcohol. Pocas veces es secundaria a otra enfermedad: cirrosis biliar primaria, hipotiroidismo, diabetes mellitus y otras; y en menor proporción se debe a la deficiencia de una enzima específica heredada de los padres.
- El exceso de triglicéridos en sangre puede estar en relación con dietas hipercalóricas y obesidad, a exceso de alcohol, diabetes, hipotiroidismo y fármacos (anticonceptivos orales). Se relaciona con pancreatitis, y probablemente también tenga un papel negativo en la arteriosclerosis.
- La mayoría de las personas con el colesterol LDL alto tienen una hipercolesterolemia multifactorial.
Hipolipidemias
Pocas veces es debida a alteraciones hereditarias o trastornos del metabolismo de los lípidos.
Diagnóstico
El diagnóstico dentro de los trastornos del metabolismo de los lípidos, de una hipercolesterolemia, se realizará mediante pruebas de laboratorio: análisis de sangre para conocer las cifras de colesterol total y sus distintas fracciones.
Prevención
La dieta y una vida no sedentaria son los factores en los que podemos intervenir desde la infancia para prevenir la aparición de hiperlipidemias.
Tratamiento
El primer pilar del tratamiento de este tipo de trastornos del metabolismo de los lípidos como las hiperlipidemias es la dieta. Debe disminuirse el consumo de grasas totales, y proporcionalmente de grasas saturadas y colesterol. Las carnes grasas, embutidos, la yema de huevo, algunos derivados lácteos y el aceite de palma y de coco, son muy ricos en grasas saturadas y colesterol y deben ser restringidos al máximo. Los ácidos grasos monoinsaturados tienen un efecto protector en la aterosclerosis: del total de grasas, la mayoría se recomienda como aceite de oliva. Las poliinsaturadas se encuentran en los aceites de pescado y maíz y girasol, con restricción menos estricta que para grasas saturadas.
Si existe sobrepeso es importante la restricción calórica total. También es fundamental realizar ejercicio físico regular.
Cuantos más factores de riesgo cardiovascular existan, más importante será una dieta estricta. En muchas ocasiones la dieta no es suficiente y es necesario añadir tratamiento farmacológico, que suele ser necesario de por vida.
Dietas en el tratamiento de la hipercolesterolemia.
Primer nivel:
- Limitar el consumo de grasas totales, que supongan menos del 30% del valor calórico total: 10% ácidos grasos saturados y poliinsaturados, y 15% de monoinsaturados. Menos de 300 mg de colesterol al día.
- Comer mucho pescado y poca carne, siendo ésta preferentemente pavo, pollo sin piel.
- Restringir los huevos a dos por semana.
- Restringir lácteos grasos (leche entera, mantequilla y quesos), a favor de leche y yogures desnatados.
- Utilizar aceite de oliva.
- Comer verduras y frutas abundantemente.
- Evitar dulces, bollería, frutos secos, aperitivos y helados.
- Pan, arroz, patatas y pasta permitidos con moderación, mejor integrales.
Segundo nivel:
- Reducir las grasas al 25% del valor calórico total de la dieta, con 200 a 250 mg de colesterol.
- Mayor restricción de quesos y carne.
Tercer nivel:
- Reducir las grasas al 20% del valor calórico total, con 100- 150 mg de colesterol.
- La mayoría de las calorías se obtienen de cereales, legumbres, frutas y verduras. Carne y queso desnatado en muy pequeñas cantidades.
Pronóstico
El pronóstico de la enfermedad relacionada con los trastornos del metabolismo de los lípidos, está vinculado a los problemas relacionados con la hipercolesterolemia:
Ateromatosis:
- Cardiopatía isquémica.
- Claudicación intermitente de miembros inferiores.
- Problemas isquémicos de sistema nervioso (infarto cerebral).
- Arteriosclerosis en otros territorios: renal, intestinal, etc.
- Depósitos grasos a otros niveles: xantomas (excepcionales en la hipercolesterolemia poligénica).
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Autor(es): Luis Maita, Obra: Hiperlipemias, Publicación: , Última actualización: , Lugar de publicación: Madrid, URL: https://www.discapnet.es/salud/enfermedades/enfermedades-metabolicas/hiperlipemias
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